Turquía en la mira

El yihadismo en estos momentos, con su Estado Islámico en nebulosos contornos en Irak y Siria, deformando el Corán, pretende por medio de la violencia reconstruir el Califato en estos tiempos finales. A diferencia de Bin Laden, el epicentro para ellos tiene que ser el Levante del Medio Oriente con la destrucción de vidas y bienes, sobre todo el patrimonio cultural de la región.

Desde 1952 Turquía forma parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Ankara ha solicitado la asistencia de los 27 Estados frente a la amenaza del califato del ISIS y ante las distintas expresiones de terrorismo en la región. El artículo 4 del tratado de la OTAN permite esta cooperación solidaria que hoy debe ser de la comunidad internacional, más allá de la OTAN, Europa o de los Estados Unidos.

Afortunadamente, contra el ISIS convergen las tres grandes potencias del Medio Oriente, Arabia Saudita, Irán y Turquía, más allá de las confrontaciones que en Siria, Yemen, Libia y otros espacios, enfrentan a chiitas y sunitas por la hegemonía regional. En la región, el Imperio Otomano (1451-1923) fue fundamental hasta la Gran Guerra, siendo reemplazado en el siglo XIX y en la primera mitad del siglo XX por Francia e Inglaterra, más adelante por la influencia soviética y norteamericana, y luego de la caída del Muro de Berlín por unilateralismo de Washington.

La Primavera Árabe fue una esperanza frente a las dictaduras y los gobiernos autoritarios, tanto monárquicos como republicanos, y el paradigma turco siempre estuvo presente con la república fundada por Ataturk, con gran desarrollo económico, político y cultural.

Hoy, Turquía es una sociedad plural, democrática, con una visión moderna del islam y donde el factor militar ha sido esencial en el espíritu laico de la democracia de ese país. El islam político ha tenido su juego democrático bajo el modelo occidental, de la separación entre la iglesia y el Estado. El yihadismo en estos momentos, con su Estado Islámico en nebulosos contornos en Irak y Siria, deformando el Corán, pretende por medio de la violencia reconstruir el Califato en estos tiempos finales. A diferencia de Bin Laden, el epicentro para ellos tiene que ser el Levante del Medio Oriente con la destrucción de vidas y bienes, sobre todo el patrimonio cultural de la región.

La confrontación de Turquía contra el ISIS es necesaria e inmediata, por eso el apoyo internacional. Pero el tema kurdo merece una consideración especial por la actitud que han tenido frente al ISIS y porque repartidos en Irán, Irak, Siria y Turquía, reclaman su autonomía e independencia.