Tormentas de verano
Tampoco se libran de las tormentas de verano en el Partido Socialista. Y más en concreto, en la federación con el clima más inestable, que no es otra que la socialista. La nueva dirección ha llegado con más diferencias que consenso y apenas unos días después ya ha desatado el primer temporal.
Tampoco se libran de las tormentas de verano en el Partido Socialista. Y más en concreto, en la federación con el clima más inestable, que no es otra que la socialista. La nueva dirección ha llegado con más diferencias que consenso y apenas unos días después ya ha desatado el primer temporal.
Es lo que tienen las olas de calor – también las políticas- ,que suelen terminar en tormenta. Y las de este verano se antojan fuertes y con aparato eléctrico. El primer chaparrón ha caído de lleno en Moncloa y las nubes proceden de Cataluña. La cita electoral prevista para el mes de Septiembre es el colofón a una subida ininterrumpida de la temperatura política entre el Gobierno central y la Generalitat.
Los mercurios han tocado techo en las últimas semanas con la intención de Artur Mas de otorgar un carácter plebiscitario a unos comicios que, sobre el papel, no deberían tener más carácter que el autonómico que les corresponde.
Una vez más el “molt honorable” intenta tensar la cuerda con Moncloa aunque con intenciones inciertas. ¿Desea realmente Mas comprobar si el Estado utilizará los mecanismos legales para frenar su desafío, o es el último intento para forzar una negociación con el ejecutivo central que, hasta la fecha, ha decidido no mover ficha?
El tiempo lo dirá aunque, por si acaso, ya vamos preparando el chubasquero.
Tampoco se libran de las tormentas de verano en el Partido Socialista. Y más en concreto, en la federación con el clima más inestable, que no es otra que la socialista. La nueva dirección ha llegado con más diferencias que consenso y apenas unos días después ya ha desatado el primer temporal.
Un tormentón que ha descargado de lleno sobre Antonio Miguel Carmona quien, sin paraguas que le cobije se ha visto engullido por la primera decisión de la nueva secretaria general del PSM. A Carmona le ha durado poco su cargo de portavoz socialista en el ayuntamiento pero no está dispuesto a abandonarlo sin ofrecer resistencia.
Es lo mínimo que puede hacer quien ha sido elegido por los madrileños para ocupar ese cargo en el consistorio. Ahora , Pedro Sánchez , debe gestionar de nuevo un huracán que parecía diluido tras la destitución de Tomás Gómez.
Y así, entre tormenta y tormenta, va pasando este largo verano. Lejos del tedio estival de otros años, el 2015 nos promete no una, sino varias serpientes con las que entretenernos hasta el final de las vacaciones. Los ríos de tinta parecen asegurados.