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Es curioso que nos pongamos a buscar vida en otros planetas cuando tenemos el nuestro hecho un desastre. Pero buscamos sin descanso, ya sea vida extraterrestre, la verdad, la belleza o al mismísimo Dios, cosas las cuales que no sé yo si alguien ha llegado a encontrar alguna vez
Es curioso que nos pongamos a buscar vida en otros planetas cuando tenemos el nuestro hecho un desastre. Pero buscamos sin descanso, ya sea vida extraterrestre, la verdad, la belleza o al mismísimo Dios, cosas las cuales que no sé yo si alguien ha llegado a encontrar alguna vez
Es curioso que nos pongamos a buscar vida en otros planetas cuando tenemos el nuestro hecho un desastre. Pero buscamos sin descanso, ya sea vida extraterrestre, la verdad, la belleza o al mismísimo Dios, cosas las cuales no sé yo si alguien ha llegado a encontrar alguna vez. No digo yo que no. Nos encanta mirar hacia fuera, bien lejos, con lentes de aumento y focos ultravioletas y ultrapotentes, lo que a veces nos convierte en ciegos funcionales de lo que tenemos al lado, detrás o incluso bien adentro.
Esta imagen de Amr Dalsh que anuncia la búsqueda de alienígenas en las 100 galaxias más cercanas a la Vía Láctea es espectacular. Evocadora, infinita, inquietante, poética. Inspiradora. Siempre nos quedarán las bellas imágenes… En el pie que la acompaña se afirma que la exploración durará unos 10 años, y yo espero que así sea y que esta vez sí encontremos algo, aunque sean migajas. Personalmente me encantaría conocer la opinión extraterrestre de un montón de cosas. Seguramente se asombrarían al ver este planeta nuestro explotado y maltratado, o al ver como nos explotamos y maltratamos entre nosotros. O a lo mejor no, quién sabe, siempre se idealiza lo que no se conoce; también es posible que sean tan desastres como nosotros.
Lo que está claro de un tiempo a esta parte es que si queremos encontrar vida extraterrestre no debemos tardar mucho, ya que corremos el riesgo de que se haga demasiado tarde porque cuando lo hayamos hecho, aquí quizás ya estaremos todos muertos. Seguramente nos habremos devorado los unos a los otros.