THE OBJECTIVE
Leopoldo Abadia

2 + 400

He dicho personas. Y me interesa recalcarlo, porque cuando ves tantas personas juntas, todas desfilando, todas empezando con el pie izquierdo (por lo menos, así lo hacíamos en la mili), todas cantando, porque así llevan el ritmo y todas torciendo la cara a la derecha porque la tribuna del que manda está a la derecha, puedes llegar a pensar que aquello es gente, una masa y que allí, no discurre ni su padre.

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He dicho personas. Y me interesa recalcarlo, porque cuando ves tantas personas juntas, todas desfilando, todas empezando con el pie izquierdo (por lo menos, así
lo hacíamos en la mili), todas cantando, porque así llevan el ritmo y todas
torciendo la cara a la derecha porque la tribuna del que manda está a la derecha, puedes llegar a pensar que aquello es gente, una masa y que allí, no discurre ni su padre.

Vienen dos señores desfilando.

Y detrás, un grupo enorme, pero que se puede contar en la foto. De frente, 25. De profundidad, 16. 

25 x 16 = 400.

Y no son los únicos. Porque el pie de la foto dice que «China mostró su renovado poderío militar». Y si renuevas tu poderío, no sales a demostrar lo bien que desfilan 400 personas.

He dicho personas. Y me interesa recalcarlo, porque cuando ves tantas personas juntas, todas desfilando, todas empezando con el pie izquierdo (por lo menos, así
lo hacíamos en la mili), todas cantando, porque así llevan el ritmo y todas
torciendo la cara a la derecha porque la tribuna del que manda está a la derecha, puedes llegar a pensar que aquello es gente, una masa y que allí, no discurre ni su padre.

Pues no, lo ideal es que sean 400 personas, que libremente, porque les dio la gana, han decidido apuntarse a las Fuerzas Armadas -por patriotismo, porque su padre fue sargento, o porque así tienen un sueldo fijo, que, aunque no sea muy alto, es fijo, y no sabe usted lo que se agradece que todos los meses tengas un abono en tu cuenta el día 30, y en Julio y en Diciembre, paga doble-.

Personas, gente, masa. Evolución frecuente y muy peligrosa. Al ser frecuente, puede hacer que los dos que desfilan delante piensen que la verdad la tienen ellos y que, por eso, esas personas, convertidas en masa, les tienen que seguir.

Peligrosa, porque si esas personas no discurren, pueden seguir a cualquier pareja que les diga tres bobadas que les suenen bien y hala, allá van los 400, bobalicones sonrientes, gritando vivas.

En España, año de elecciones. Año de personas que discurren. Repito: que DISCURREN. De una manera o de otra. Gustándonos este, aquel, el otro.

Y enterándonos de lo que proponen. Y enterándonos de cuánto vale lo que proponen. No añado «enterándonos de quién lo pagará», porque eso ya lo hemos aprendido.

Nosotros.

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