Hay que ser miopes: el día después de la llegada

¿Se sentirán especialmente satisfechos los gobernantes europeos ante la tomadura de pelo de la que son objeto por parte de los grandes países árabes? Allí no admiten ni a un solo refugiado sirio, ni a ningún inmigrante económico de otros países porque consideran que pueden ser un factor de desestabilización.

¿Se sentirán especialmente satisfechos los gobernantes europeos ante la tomadura de pelo de la que son objeto por parte de los grandes países árabes? Allí no admiten ni a un solo refugiado sirio, ni a ningún inmigrante económico de otros países porque consideran que pueden ser un factor de desestabilización.

De ahí que se rían hasta mear sin echar gota del “redentorismo compulsivo” de la señora Merkel y del resto de los acomplejados mandamases de los Gobiernos de Europa del lado de aquí, porque en los países del Este no quieren ni a refugiados ni a inmigrantes, bastante trabajo tienen ellos en levantar cabeza. Pero el europeísmo es pródigo con los de “allá” que no con los de “acá” porque si llegamos a saber antes que Alemania tiene capacidad para absorber a medio millón de gentes al año, por su economía, creo que la mitad de los jóvenes griegos, que tan fatal lo están pasando, se hubieran descolgado por aquellos lares, griegos, portugueses, españoles, gente del Este… Pero la caridad con el propio no es tan satisfactoria como la caridad con el ajeno. Miopía fatal. Y cientos de voces que alertan sobre esos miles de tíos jóvenes, con I Pad, que viajan en solitario, fuertes, en edad militar “presuntamente sirios” y que se escapan de un país donde el peso de la batalla cayó en primer lugar en las heroicas mujeres kurdas peshmerga, poco después en los batallones femeninos de mujeres yazidíes (ya saben colegas de las miles vendidas por el Estado Islámico como esclavas sexuales tras decapitar a sus hijos ante la cobarde indiferencia de Europa) estas valientes tienen un grito de guerra “Ellos nos violan, nosotros los matamos” y las últimas en incorporarse a esta guerra que parece que va a tener que ser librada por abuelas, madres e hijas, son las cristianas que también se están armando. Algo normal si consideramos que, de ser sirios los miles de tipos que abarrotan los trenes (más hombres jóvenes por libre que familias completas) Siria e Iraq se ha despoblado de varones, todos han salido huyendo. Mierda para sus bocas.

Arabia Saudí, Bahrein, Qatar, Dubai, Kuwait, Indonesia, los Emiratos y esa cuna del respeto a los Derechos Humanos que es Irán, se desternillan, les va a dar un soponcio de pura sobredosis de carcajadas. Natural. En toda Europa no ha habido cojones para exigir a los dueños de los petrodólares, no ya que acojan por mandato de la ONU (rectifico, la ONU se la pasan los países árabes por el forro de los cojones) sino que declinen el verbo “financiar” en primera persona del indicativo “Yo financio los gastos de mis correligionarios”. De eso nada, monada, aunque les digo que con lo que se gastan las encantadoras y elegantes damas, jequesas y princesas árabes cuando vacacionan en sus palacios de Marbella y toman por asalto las boutiques de grandes firmas y las joyerías de Puerto Banús, habría para mantener a todos los refugiados de Europa un año. Y de paso a los miles que el Gobierno Español está dispuesto a recibir y mantener. En un país donde uno de los anuncios más impactantes es el de la abuela que pone de comer a los nietos y dice que ella no tiene hambre, el slogan es “En España uno de cada tres niños está en riesgo de pobreza”. Pero Rajoy no pide a los jeques que apoquinen, es poco “quijotesco” al revés, a los que lleguen hay que darles el “todo gratis” hasta los puestos de trabajo que los españoles no consiguen. Todo muy humanitario, muy redentorista compulsivo, muy histriónico, muy Podemita, muy miope y sin llegar a ver el día después.

Porque siempre hay un día después en el que, los que llegan, chocan con las costumbres del país anfitrión, no están dispuestos a sumergirse en los vericuetos de la gramática española, las ayudas comienzan a parecerles escasas y las perspectivas laborales inexistentes. A nivel geopolítico nuestros gobernantes no saben ni una leche y se van a visitar a Irán al del turbante, que también se niega a recibir refugiados, ni chiitas, ni sunitas, ni la madre que parió a ninguno de ellos, pero se ríe por debajo de la barba y poco menos que “ordena” a Europa que “sea solidaria” cuando con el PIB de Irán sería para que acogiera a dos millones de refugiados y les construyera ciudades para ellos, como Arabia Saudí, como Qatar, como Bahrein, como…

En geopolítica la miopía es sembrar vientos. Se publicita a los “que se va a acoger” pero no se publicita los miles que tienen que ser devueltos porque son inmigrantes económicos y no proceden de zonas de conflicto ¿Qué c…pintan miles de afganos de por medio? ¿Y los de Banglades? ¿Y los eritreos y todos los de los países africanos en plan “buscavidas”? Familias enteras y documentadas sí, como paso previo a reconducirlas a Qatar y Dubai o Kuwait por mandato expreso de la ONU, pero hombres solos, con menos papeles que las liebres o sospechosos de portar uno de los 23.000 pasaportes robados en Siria por el ISIS para introducir a sus yihadistas y cumplir su amenaza contra Europa, de esos ni uno. Ya se podrán burlar de nosotros las monarquías del Golfo y los archimillonarios de los Emiratos e incluso el capullo del turbante y la barba de Irán que nos regaña: ¡Hay que ser solidarios!

Europa callada. Me pregunto ¿Quedarán hombres y mujeres dignos en Europa capaces de ver “el día después” y sus consecuencias? No lo sé. Dignidad veo en las kurdas peshmerga donde las abuelas de ochenta años hacen patrullas de vigilancia, dignidad en las martirizadas yazidíes que son leonas, dignidad en las madres cristianas que toman las armas.

En Europa no.

Aunque Francia vaya a enviar un par de aviones a la zona de conflicto, muy heroicos ellos.

Dignidad en Europa no.