En el laberinto del Medio Oriente

La guerra en Siria, es de nunca acabar, por ese camino también pareciera ir Yemen. Libia no encuentra una fórmula para mantener la unidad del país y un gobierno estable. La falsa calma egipcia con el predominio militar puede estallar en cualquier momento ante la fuerza de los hermanos musulmanes y la realidad política y social.

Para los Occidentales, el laberinto del Medio Oriente es difícil de recorrer y comprender, cuando aparentemente en estos tiempos no parece encontrarse una salida al tema del terrorismo en la región y una de sus consecuencias es el masivo desplazamiento de poblaciones y la emigración forzada.

La guerra en Siria, es de nunca acabar, por ese camino también pareciera ir Yemen. Por su parte, Libia no encuentra una fórmula para mantener la unidad del país y un gobierno estable. También, la falsa calma egipcia con el predominio militar puede estallar en cualquier momento ante la fuerza de los hermanos musulmanes y la realidad política y social. Además, la confrontación entre Irán y Arabia Saudita, y sus vínculos con las potencias occidentales complica más estos escenarios. 

La revolución que comenzó el 17 de diciembre de 2010 con la inmolación de Mohammed Bouazizi en Túnez, inició la primavera árabe, pero no ha tenido éxito en la construcción de un Medio Oriente democrático y justo en los derechos humanos. 

En Egipto hay que esperar la evolución del poder militar hacia el poder civil. La herencia de Gadafi en Libia y su inmensa riqueza petrolera profundizan las luchas intestinas. Siria y Yemen, con sus guerras internas, y con la influencia hegemónica de Riad y Teherán; presentan la cara más trágica del Medio Oriente. Jordania y Bahréin podrían también complicarse por la contestación y confrontación de sus poblaciones. Palestina e Israel están  como nunca lejos de un acuerdo necesario.

En el fondo hay una población joven menor de 30 años que solo han conocido regímenes autoritarios y con condiciones económicas deficitarias dentro de una gran injusticia social.  Los medios tecnológicos y las nuevas formas de comunicación, han permitido a estos pueblos atravesar fronteras y conocer otras realidades. Con el internet y las redes sociales han avanzado y evadido la censura. 

La Comunidad Internacional y especialmente la Unión Europea, deberían actuar coordinando esfuerzos con los países implicados, para un mayor desarrollo económico y social, igualmente facilitar el diálogo para la solución de las guerras y confrontaciones en la región.