Carta abierta al alcalde de Tordesillas

¿Qué sentido tiene empecinarse cada año en ser el pueblo más odiado de España, en ser mencionados en las redes sociales y en los medios de comunicación como gente bárbara y sin sentimientos?

Señor alcalde de Tordesillas,

Sé que a usted que le hable de sufrimiento animal realmente no le conmueve.

Así que voy a apelar a otro argumento.

¿Qué sentido tiene empecinarse cada año en ser el pueblo más odiado de España, en ser mencionados en las redes sociales y en los medios de comunicación como gente bárbara y sin sentimientos? ¿Qué sentido tiene alentar un boicot contra el turismo a Tordesillas cuando se trata de una villa bellísima, con monumentos, plazas, iglesias, santuarios, ermitas y palacios que datan en su mayoría del siglo XVI? ¿Qué sentido aferrarse a la llamada tradición cuando tantas tradiciones, como tirar una cabra desde un campanario, han sido erradicadas?

Yo no sé si conoce usted El Día de los Gansos en Lekeitio. También es tradición, documentada desde el siglo XVII.

En Lekeitio, la ría se atraviesa por una maroma que varios tiradores sujetan a cada extremo, desde tierra. En el centro de la maroma cuelga un ganso, atado de las patas. Los participantes navegan hasta situarse bajo él, entonces dejan la barca para quedar colgados de su cuello. Los tiradores aflojan la cuerda para sumergir en el agua al participante y posteriormente tiran fuerte, para que el concursante emerja aferrado al cuello del animal.

El juego consiste en aguantar sin caer al agua, pero no logra la victoria quién más sacudidas soporta sino quién se lleva consigo la cabeza del ganso, decapitando al ave. El premio es el ganso.

Hasta 1986, los animales estaban vivos. Mucha gente protestaba por la crueldad contra los gansos. Desde 1986 se decidió sacrificarlos horas antes, y a partir de entonces la fiesta atrajo mucho más turismo. 

Pero el año pasado, los gansos fueron de goma, y el número de visitantes se desbordó.

Espero que esto le dé una idea.