Sé que es mi hijo. Tú no.

Me he pasado toda la mañana llamando a mis colegas preguntando sobre si se han sentido alguna vez así. Y somos muy machos. “Me daría cuenta” es el 90 por ciento de las respuestas, frase seguida de una sonora carcajada que se entrecorta y se convierte finalmente en un silencio medio.

Cita The Objective un estudio universitario por el que los machotes podemos identificar si una mujer es fiel casi en un 60 por ciento de los casos. Que es una característica evolutiva que nos mantiene alerta porque “un hombre nunca está seguro de que un hijo sea suyo”.

Me he pasado toda la mañana llamando a mis colegas preguntando sobre si se han sentido alguna vez así.  Y somos muy machos. “Me daría cuenta” es el 90 por ciento de las respuestas, frase seguida de una sonora carcajada que se entrecorta y se convierte finalmente en un silencio medio.

No sé si porque alguno ha tenido dudas o porque se pensaban que estaba de broma o porque creían que les iba a contar algo que no se esperaban. Sudores, vamos. Ya lo decía el señor Gustavo Adolfo Bécquer: “¿Quién me dio la noticia?  Un fiel amigo. Me hacía un gran favor. Le di las gracias”. A mí alguno casi me mata.

Por fin encontré el sentido a aquella tremenda frase de una conocida que en plena cena de Navidad,  ante una pregunta de su hijo sobre cómo fue concebido, espetó lo siguiente ante todos los presentes: “hijo, yo sé que eres hijo mío. Tu padre no”. Bocas abiertas. Silencio y luego risas. ¡Qué risa! ¿Eh?

Y lo otro que he hecho es hacer todo tipo de test de infidelidad durante toda la mañana. ¿Sufre un cambio de comportamiento inexplicable? ¿Apariencia anormal? ¿Actividades anormales? ¿Nuevos amigos? ¿Todo el día chateando? ¿Cambios de humor? Es lo que las revistas “especializadas” definen como el síndrome del “apego ansioso”. Me daba la sensación de estar rellenando una quiniela. Y en las quinielas nunca me ha tocado nada. (Trago saliva).

Prefiero pensar en lo mucho que me queda por hacer para conservar el amor y el deseo hacia mi pareja y viceversa. Porque el día que no lo hiciera me sentiría realmente triste, no decepcionado. El que se va de tu lado es porque ya no ve en ti nada que le atraiga. Y no solo a nivel sexual. Para echar polvos no se necesitan excusas. Para querer sí. Follar folla cualquiera. El amor es lo único que no se puede comprar. Dejaos de encuestas y ¡a quererse, leches!

Por cierto M. Estoy seguro de que tú eres mi padre. Jajaja.