Los macabros planes criminales del ejército islámico
Ya está escrito que en Siria, aunque no están los grandes medios de comunicación occidentales, sí hay periodistas. Uno de ellos es Jurgen Tudenhöfer, un reportero alemán de 75 años, que es el único que ha conseguido poder convivir diez días con ellos.
Ya está escrito que en Siria, aunque no están los grandes medios de comunicación occidentales, sí hay periodistas. Uno de ellos es Jurgen Tudenhöfer, un reportero alemán de 75 años, que es el único que ha conseguido poder convivir diez días con ellos.
Ha cambiado de nombre muchas veces desde que nació en 2004, pero siempre ha sido lo mismo. El EI, Daesh o ahora ISIL, un spin off de Al Qaeda surgido para hacer frente a la invasión de Irak en 2003, es un grupo terrorista insurgente, suní radical, asentado en Siria e Irak, que se organiza como un Estado, reclama la autoridad religiosa sobre todos los musulmanes del mundo, pretende la reconquista de Al Andalus, se caracteriza por su severa interpretación del Islam y aplica la Sharia con inusitada violencia contra los chiitas y los cristianos. Su formidable maquinaria propagandística les ha convertido en el terror de occidente y sus brutales asesinatos dan cada poco la vuelta al mundo en videos escalofriantes. Son en definitiva un ejército potente de terroristas dispuestos a lo peor.
Ya está escrito que en Siria, aunque no están los grandes medios de comunicación occidentales, sí hay periodistas. Uno de ellos es Jurgen Tudenhöfer, un reportero alemán de 75 años, que es el único que ha conseguido poder convivir diez días con ellos. Terminada la experiencia, ha relatado, espantado, cómo «planean matar a cientos de millones de personas», y para ello «están haciéndose con armas nucleares para cometer la mayor masacre de la historia».
Conviene no tomarse a chacota a Jurgen. No lo habíamos leído tan cruda y directamente expresado, pero no nos sorprende. Encaja con lo conocido. Tienen un objetivo, disponen de cientos de millones de dólares, son centenares de miles sus fieles seguidores que obedecen ciegamente los mandatos criminales y no tienen dudas.
Occidente ha mirado para otro lado, en ocasiones hasta les ha ayudado cuando tácticamente ha interesado y ahora que el monstruo ha crecido es ingobernable. La guerra civil en Siria comenzó hace mucho. En los últimos días Francia y Rusia, con objetivos dispares, han actuado militarmente en su territorio. La OTAN se prepara para lo que se avecina con maniobras históricas en suelo español y los ciudadanos no son conscientes del todo de los peligros.
Vivimos una guerra del Siglo XXI con mentalidad muchos aún del Siglo XX. El riesgo es cierto. La inteligencia internacional sabe lo que hay. Los Gobiernos bailan la yenka y al final las víctimas son periodistas que querían contar lo que está sucediendo y civiles que son presa fácil. Hagamos caso a Jurgen. El habla por ciencia propia. Les ha escuchado y les ha visto.