Inma Cuesta, Marisa Jara, Instagram y la belleza real

Esta es una de las fotos menos impactantes de Gabrielle. Porque está retocada para que de alguna manera parezca que Gabrielle tiene más pecho. Esta chica tiene 21 años. MI hija, 12. MI hija aún no tiene la regla. Es delgada y muy deportista.

Esta es una de las fotos menos impactantes de Gabrielle.  Porque  está retocada para que de alguna manera parezca que Gabrielle tiene más pecho.  Esta chica tiene 21 años. MI hija,  12. MI hija aún no tiene la regla.  Es delgada y muy deportista. Pero  tiene más curvas que Gabrielle y desde luego no tiene ese “ thigh gap”, la separación entre los muslos característica de las mujeres con infrapeso.

Si sienten la curiosidad de echar un vistazo al perfil de Instagram de esta chica, pleno él de fotos en bikini, esto es lo que verán: Un cuerpo infradesarrollado, un cuerpo de niña, un cuerpo que, a priori, parece el de una chica con un serio trastorno alimentario.

Hace poco alabé el cuerpo de una mujer, el de Marisa Jara, modelo, talla 42 l. Se me acusó de «ponerme a favor de una gorda porque yo misma soy gorda». ¿Yo? Yo tengo una talla 42, la talla media de la mujer española. Los señores todavía me silban por la calle.

Existen mujeres así de delgadas porque tienen un metabolismo excepcional. Pero no son la norma. La mujer normal, la mujer promedio, solo puede conseguir un cuerpo así si gasta dinero. La industria dietética mueve, solo en España, 800 mm €/año. 

Nos cuentan que en este país hay niños que pasan hambre. Omiten que hay muchas mujeres pasan hambre. Nadie cuenta que en el mundo occidental fallecen más mujeres debido a los trastornos alimentarios que al sida. Claro que en su partida de defunción no dice “bulimia” o “anorexia”. Dice.:  Esofagitis, suicidio, abuso de psicoactivos, cirrosis, enfermedades respiratorias, patologías urinarias, diabetes… Enfermedades resultantes de un trastorno alimentario.

La valentía que ha demostrado Inma Cuesta cuando se ha atrevido a decir que han retocado una foto suya, enseñando la foto original, me ha probado que Inma es bellísima por fuera… pero mucho más por dentro. 

Gracias a Imma Cuesta y A Marisa Jara por visibilizar a las mujeres normales. Gracias a todas las mujeres de verdad: dignas, valientes y libres.