Mientras se maten entre ellos
Es terrible que hayamos caído en el todo vale cuando se habla del tan mediático y trillado fanatismo islámico y que, en muchos casos, afecta ataca, mata, viola, mutila, desgarra, humilla, abandona, lapida, apedrea y desangra- a la mujer.
Es terrible que hayamos caído en el todo vale cuando se habla del tan mediático y trillado fanatismo islámico y que, en muchos casos, afecta ataca, mata, viola, mutila, desgarra, humilla, abandona, lapida, apedrea y desangra- a la mujer.
Es terrible que hayamos caído en el “todo vale” cuando se habla del tan mediático y trillado fanatismo islámico y que, en muchos casos, afecta –ataca, mata, viola, mutila, desgarra, humilla, abandona, lapida, apedrea y desangra- a la mujer. Miles de mujeres nacidas en un país equivocado para ellas; porque ninguna ha nacido para eso, ni para que nadie decida cuál, cuándo y cómo será su destino, a qué hombre deberá amar (someterse), cómo vestirá, caminará, hablará… y qué castigos deberá soportar a cambio de convertirse al Islam. ¿Qué pasa con lo que ella quiera?
E igual de horrible es haber caído en el “mientras se maten entre ellos, a mí plin”. Una especie de ignorancia voluntaria que nos impide ver más allá de nuestro ombligo, lleno de porquería, por cierto, y que nos deja totalmente fríos ante titulares tan penosos como este: “Una chica de 22 años es vendida como esclava por el ISIL y es violada 10 veces por un grupo de combatientes yihadistas para convertirla al Islam”.
“Terroristas de este grupo armado violan a las mujeres siguiendo la creencia enfermiza de que esto les hará musulmanas”, han confesado algunas víctimas aterrorizadas. La misma creencia enfermiza que les lleva a usar la religión para justificar estas violaciones. ¿Desde cuándo una religión, sea cual sea, aprueba este tipo de atrocidades? Desde nunca, ni siquiera el Islam, por mucho que el mundo haya equiparado el terrorismo al Islam, no es lo mismo. Lo primero es lo que debe preocuparnos; los extremismos y las ansias de dominar el mundo bajo unos métodos de película de terror.
Dudo mucho que esas mujeres violadas quieran formar parte de eso; pero sí que quieran ser musulmanas y vivir su religión porque así lo han querido, libremente y porque les hace feliz.
Mientras unos nacen para matar, otras nacen para morir. Ése es el escenario. Pero lo dicho, “mientras se maten entre ellos…”.