Neymar: alegría y osadía
Messi es, seguramente, el mejor jugador de la historia del fútbol, pero nunca habrá nadie con la magia que creaba, desprendía y regalaba Ronaldinho.
Messi es, seguramente, el mejor jugador de la historia del fútbol, pero nunca habrá nadie con la magia que creaba, desprendía y regalaba Ronaldinho.
Que baje Dios, lo vea y que me diga que no es una sensación errónea… porque si me ilusiono para nada, el chasco es doloroso. Me explico:
Siempre he sido una enamorada de la magia que fabricaba, cosechaba, hacía, y un sinfín de verbos más, Ronaldinho. Él, sus pies y un balón. No necesitaba más para hacer feliz a la gente que le veía. Y es que yo creo que su sonrisa no era más que el reflejo de lo que provocaba en los demás al verle jugar. Qué suerte tuve de poder disfrutarle in situ. De hecho, vi cómo marcaba su último gol -de chilena, mi tipo de gol favorito, por cierto- con la zamarra del Barça.
Messi es, seguramente, el mejor jugador de la historia del fútbol, pero nunca habrá nadie con la magia que creaba, desprendía y regalaba Ronaldinho. Solo se le pueden parecer, aproximar y, si me apuran, copiar. Neymar es mi esperanza… Observo en él muchas cosas que veía en ‘Ronnie’. Todas buenas. Todas ilusionantes. Destellos de talento que, pasito a pasito, se convertirán en magia.
Neymar JR tiene solo 23 años, le quedan -si Dios quiere, que espero que quiera- muchos años de fútbol. Espero que se cuide más y mejor que Ronaldinho -aunque no suelo ‘permitir’ que se use su nombre en vano, como si del mandamiento religioso se tratara-.
Sócrates decía: “solo sé que no sé nada”. Y es verdad. Pero yo también sé que ver a Neymar jugar es un regalo, no sé si divino, pero sí del fútbol. Y yo, como fanática del balompié que soy, no me lo voy a perder.
Alegria & ousadia.
“El fútbol es la única religión que no tiene ateos” Eduardo Galeano.