El Nobel de la guerra
Un presidente negro tendría una fuerte connotación histórica. Su color, su batalla por liderar la verdad y su eslogan político remitían a la lucha de Martin Luther King y a su I have a dream. Obama alcanzó el mayor sueño jamás imaginado por un esclavo: presidir el país de la libertad
Un presidente negro tendría una fuerte connotación histórica. Su color, su batalla por liderar la verdad y su eslogan político remitían a la lucha de Martin Luther King y a su I have a dream. Obama alcanzó el mayor sueño jamás imaginado por un esclavo: presidir el país de la libertad
Este no es el rostro de la paz, la honradez ni la inocencia. Es la expresión de la guerra. Bajo su Gobierno, de diez personas caídas bajo el fuego aniquilador de los drones, nueve eran inocentes. Tan inocentes como aquella máscara que cubría la verdadera naturaleza bélica de Obama cuando recibió el premio Nobel de la Paz en 2009. Tan inocente como aquel que desconoce que este galardonado está al servicio del Imperio Bilderberg.
Nos lo vendieron bien. Un presidente negro tendría una fuerte connotación histórica. Su color, su batalla por liderar la verdad y su eslogan político remitían a la lucha de Martin Luther King y a su “I have a dream”. Obama alcanzó el mayor sueño jamás imaginado por un esclavo: presidir el país de la libertad.
Pero él no era Martin Luther King. Él no era un líder natural sino artificial, fabricado en el laboratorio de ideas de Bilderberg. El apuesto efebo prometía un Nuevo Orden Mundial basado en la paz.
El Nobel de la guerra iba a cerrar Guantánamo, finalizar las contiendas de Irak y Afganistán, y fulminar el terrorismo internacional. Resolvería todos los problemas del mundo. ¿Acaso lo dudaron alguna vez? ¿Alguien les ayudó a dudar? Rodeado de bilderbergs, como lo son sus dos secretarios de Estado, Hillary Clinton y John Kerry; su vicepresidente en las dos administraciones, Joe Biden; o Timothy Geithner, Robert Gates, Rahm Emanuel, Richard Holbrooke y Ben Bernanke; desde su llegada, el mundo ha ido a peor desde el punto de vista de la libertad, la economía, la democracia y la paz. Él ha traído más guerras, él ha destruido el sueño de la paz.
En realidad nos advirtió cuando en su discurso del Nobel, Obama defendió la “guerra justa”. Hace más de cinco años, cuando el mundo estaba bajo su hipnosis, escribí que sus palabras nos preparaban para una guerra que avanzaba a pasos agigantados. Escribí que, pese a su discurso de alianza de civilizaciones, Obama había sido puesto por Bilderberg para conseguir entrar en guerra contra los países islámicos. Entonces predije lo que hoy está ocurriendo. Ver más allá de las apariencias es lo que nos enseñó Eric A. Blair, más conocido como George Orwell. Él nos dijo que los periodistas debemos analizar los discursos de los gobernantes para adelantarnos en el tiempo a lo que va a sobrevenir con el fin de que la sociedad esté advertida y, por consiguiente, preparada para defenderse. El tipo de poder que yo investigo siempre intentará engañarnos para perpetuarse y, finalmente, por encima de todo y de todos, ganar. Aunque tengan que asesinar a nueve inocentes cada vez que sacan sus drones a matar.