Papá Noel también está en precampaña

Como viene siendo habitual no faltarán las propuestas tecnológicas; se intentará introducir una reforma en lo relativo a las ‘corbatas de dudoso gusto’, y han pronosticado un fuerte repunte en las importaciones de artículos de Peppa Pig y StarWars.

Los langostinos ya se están acicalando para su salida a Bolsa, la televisión se ha perfumado de Jean Paul Gaultier, y este verano hay quien asegura haber visto a La Bruja de Oro, presumiendo de bronceado, en las playas de Tarifa. No hay ninguna duda, la Navidad está “cerca”.

Con dos meses de adelanto, Papá Noel ha iniciado ya su precampaña para las que serán las Pascuas más electorales de la historia.

El republicano Santa Claus tratará, una vez más, de arrebatarle algún escaño a la “casta”, la veterana coalición formada por Melchor, Gaspar y Baltasar; sin perder de vista a otras candidaturas emergentes, como el ‘Amigo Invisible’, que, pese a no contar con un claro líder, a base de «transparencia» sigue sumando simpatizantes en tiempos de aprietos económicos gracias a sus asequibles reformas económicas, como la que prohíbe por ley los regalos de más de 20€.

Recientemente se han dado a conocer algunos detalles del programa con el que concurrirán a estas Navidades. Como viene siendo habitual no faltarán las propuestas tecnológicas; se intentará introducir una reforma en lo relativo a las ‘corbatas de dudoso gusto’, y han pronosticado un fuerte repunte en las importaciones de artículos de Peppa Pig y StarWars.

Por lo demás, lo de siempre… se espera que la campaña sea agresiva, con presencia (hasta la saciedad) en televisión, radio y catálogo. Se multiplicarán sus apariciones en público, los mítines de eslóganes y confeti; las calles se llenarán de gorros de crochet travestidos de reno, y las peluquerías y tiendas de ultramarinos formalizarán un pacto para sustituir al decaído hilo musical por un inagotable repertorio de villancicos, por rumba, de Raya Real.

Una recomendación. En Navidad, como en tiempo de elecciones, no se crean mucho los anuncios. Después la realidad es que lo que no está falto de pilas… es, sencillamente, ‘ficción publicitaria’.