La insoportable imbecilidad de algunos
Me puedo imaginar a los ideólogos de este peculiar negocio y hasta en qué condiciones parieron semejante estupidez. Hasta me puedo imaginar la cantidad de memos que se sentarían públicamente en estos excusados para hacerse un selfie, y lo peor, para ser vistos. Porque hoy en día no hace falta bajarse los pantalones para exhibir de forma impune las vergüenzas
Me puedo imaginar a los ideólogos de este peculiar negocio y hasta en qué condiciones parieron semejante estupidez. Hasta me puedo imaginar la cantidad de memos que se sentarían públicamente en estos excusados para hacerse un selfie, y lo peor, para ser vistos. Porque hoy en día no hace falta bajarse los pantalones para exhibir de forma impune las vergüenzas
Hay personas que aunque lo intenten no pueden ser más tontas. No me digan que no. Todos nos hemos topado alguna vez con un imbécil. O con muchos. En realidad uno no sabe qué pensar al principio, si son idiotas en serio, así, sin saberlo, o se lo hacen. Y mucho me temo que cada vez hay más. Pero, ¿saben que es lo peor? Que el que confía en imbéciles, termina comportándose como un imbécil. Y de eso no nos libramos ninguno.
La nueva majadería “progre” que vuela sobre nuestras cabezas procede de Rusia. No es que este país sea la cuna de los papanatas, pero podría serlo si la idea de negocio se exporta. Hablamos del “Crazy Toilet Café”. Locales que se han puesto de moda para tomar café sobre un inodoro. Hasta las tazas que contienen esta popular bebida marrón tienen forma de retrete. Una estética acorde. Todo muy evocador.
Me puedo imaginar a los ideólogos de este peculiar negocio y hasta en qué condiciones parieron semejante estupidez. Hasta me puedo imaginar la cantidad de memos que se sentarían públicamente en estos excusados para hacerse un selfie, y lo peor, para ser vistos. Porque hoy en día no hace falta bajarse los pantalones para exhibir de forma impune las vergüenzas.
Esta mofa comercial debería saber que en el mundo hay 2.500 millones de personas que no tienen acceso a instalaciones de saneamiento adecuadas. Lo que conlleva a unas consecuencias trágicas, en especial en el tercer mundo, por la amenaza de violencia sexual a la que se enfrentan mujeres y niñas sin falta de intimidad que no pueden atender su higiene. Y que se extiende a ciertos grupos de población como discapacitados y ancianos, particularmente vulnerables en su dignidad.
Probablemente estos rusos “cachondos” no sepan que, por este motivo, en el año 2003 la ONU declaró el 19 de noviembre como “Día Mundial de Retrete” como parte de su llamamiento a la acción de los gobiernos para promocionar el saneamiento en las zonas más pobres del mundo.
Ahora, sigámonos riendo de las miserias humanas ajenas. Habrá alguna lumbrera que importará las cafeterías de retretes a España y muchos que se expondrán a través del escaparate de estos locales en la posición en la que nadie pide verles. Porque puestos a frivolizar, no hace falta más que imaginarse a alguien sobre un váter para perderle el respeto.
Señores, la vida es muy corta para lidiar con idiotas. Porque hay que ponerse a su altura para que nos entiendan; y ahí es donde estamos perdidos, porque ellos saben hacer el imbécil mucho mejor que nosotros.