El refugio y la inmigración ilegal
Tras la ola de inmigrantes que llegó a Europa desde Siria y otros países del Medio Oriente, las autoridades receptoras han tenido que improvisar espacios de acogida, a pesar de no tener obligaciones directas con aquellos que entran en condición de inmigrantes ilegales a diferencia de los refugiados resultantes del conflicto sirio, según lo establecido por la Unión Europea meses después del inicio de la crisis
Tras la ola de inmigrantes que llegó a Europa desde Siria y otros países del Medio Oriente, las autoridades receptoras han tenido que improvisar espacios de acogida, a pesar de no tener obligaciones directas con aquellos que entran en condición de inmigrantes ilegales a diferencia de los refugiados resultantes del conflicto sirio, según lo establecido por la Unión Europea meses después del inicio de la crisis
Tras la ola de inmigrantes que llegó a Europa desde Siria y otros países del Medio Oriente, las autoridades receptoras han tenido que improvisar espacios de acogida, a pesar de no tener obligaciones directas con aquellos que entran en condición de inmigrantes ilegales a diferencia de los refugiados resultantes del conflicto sirio, según lo establecido por la Unión Europea meses después del inicio de la crisis.
Desde el inicio del conflicto sirio en el 2011 hasta ahora, los desplazados, inmigrantes ilegales y refugiados han originado la mayor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial. No podemos olvidar que, más allá de refugiarse en los países vecinos, las decenas de miles de personas que intentan escapar de la guerra que azota Oriente Medio y en espacial a Damasco, han cruzado el Mediterráneo para buscar cobijo en Europa. Muchos han muerto intentando conseguir paz, muchos de ellos se enfrentaron a la falta de reacción durante los primeros meses por parte de la Unión Europea.
Hoy la situación es distinta respecto a los refugiados, la decisión de la Unión Europea que ha resuelto otorgar cuotas de personas sirias a cada uno de sus miembros, generó tranquilidad en aquellos que de forma oficial y bajo el amparo del Derecho Humanitario han entrado al continente vecino con total legalidad y esperanzados en que algún día el retorno será posible. Pero ¿Qué pasa con el que emigró sin respaldo? ¿Dónde quedaron aquellos que huyeron sin listas ni ayuda?
La gran diatriba surge cuando se revisan las cifras evidenciando que no todos los sirios han entrado a Europa bajo la misma condición, anudo a las diferencias en las figuras jurídicas que cada una de las olas migratorias trae consigo. Esto quiere decir que el refugiado cuenta con el respaldo total de la nación receptora, los Organismos Internacionales y algunas Organizaciones no Gubernamentales, sin embargo el inmigrante ilegal no posee el mismo beneficio y su figura es diferente, ya que a pesar de que en la Declaración Universal de los Derechos Humanos se contempla a los inmigrantes ilegales, los gobiernos receptores sólo están obligados a cubrir ciertas de sus necesidades y en este caso improvisar refugios que en muchas ocasiones no cuentan con las condiciones óptimas para una larga estadía.
