El tiempo todo lo cura
Nunca es tarde. Mejor tarde que nunca. Nunca es tarde si la dicha es buena. Y así una larga lista de ejemplos que evidencian que, si queremos, siempre podremos hacer ese algo que quedó pendiente.
Nunca es tarde. Mejor tarde que nunca. Nunca es tarde si la dicha es buena. Y así una larga lista de ejemplos que evidencian que, si queremos, siempre podremos hacer ese algo que quedó pendiente.
“Nunca es tarde”. “Mejor tarde que nunca”. “Nunca es tarde si la dicha es buena”. Y así una larga lista de ejemplos que evidencian que, si queremos, siempre podremos hacer ese “algo” que quedó pendiente.
El claro ejemplo de lo anterior es esta entrañable anciana estadounidense de 97 años. A su avanzada edad, ha conseguido el título de secundaria y es que tuvo que abandonar la escuela a los diecisiete años para ayudar a su familia y cuidar a su madre, que estaba enferma. Cada dato engrandece aun más la gesta de la tierna Margaret Thome Bekem…
¿Acaso hay algo más generoso que dejar en hipótesis lo que podría haber sido tu vida si hubieras seguido el camino “habitual” por ayudar a tu familia y, sobre todo, por cuidar a la persona que te ha dado la vida? Se me ocurren pocas cosas… Lo que sí tengo claro es que es el ejemplo de amor y generosidad más puro.
Ella tuvo que cambiar su vida por los suyos. Y lo hizo. No rechistó, no protestó, no se alegró por no tener que ir más a clase… Es más, probablemente se lamentaría de la decisión que tenía que tomar, pero sabía que era la acertada y, sobre todo, la justa. Pero esa ‘espinita’ se le quedó ahí, amarrada al corazón, taladrándole la cabeza con el “¿y si…?”. Quizá ya no pueda cambiar su vida, pero esa espina ha desaparecido. Ya tiene la confirmación de que ella también ‘sabe’. Pero lo que desde hoy todos sabemos es que Margaret, además de inteligente, es generosa, entrañable, agradecida… En definitiva: buena persona. Y, amigos, eso no hay título que lo dé. Se es o no se es.
“La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado” Gabriel García Márquez.