Larga vida
Según el último estudio sobre indicadores de Salud, Health at a Glance 2015, publicado por la organización para la cooperación y el desarrollo económico, España tiene la segunda mayor expectativa de vida, con 83,2 años, sólo superada por Japón, con 83,4 años.
Según el último estudio sobre indicadores de Salud, Health at a Glance 2015, publicado por la organización para la cooperación y el desarrollo económico, España tiene la segunda mayor expectativa de vida, con 83,2 años, sólo superada por Japón, con 83,4 años.
Según el último estudio sobre indicadores de Salud, Health at a Glance 2015, publicado por la organización para la cooperación y el desarrollo económico, España tiene la segunda mayor expectativa de vida, con 83,2 años, sólo superada por Japón, con 83,4 años.
Hemos pasado de la sexta expectativa de vida ma?s alta en el año 2000 a la segunda posición, de este club de los 34 países ricos que conforman la OCDE, entre otras razones, gracias a la reducción de muertes por enfermedades cardiovasculares, disminución en el consumo de alcohol y tabaco y una dieta saludable. En este informe también se resalta que au?n podri?a lograrse una longevidad mayor, previniendo otros factores de riesgo para la salud como la obesidad.
Paradójicamente, conseguimos ser los más longevos a pesar de que el gasto en salud per ca?pita y en te?rminos reales en Espan?a, ha disminuido por cuarto an?o consecutivo y sigue en un nivel por debajo al que estaba durante la crisis econo?mica, con un descenso importante en los gastos farmacéuticos. Además, nuestros médicos cobran, de media, hasta una cuarta parte menos de salario respecto a otros países de nuestro entorno, como por ejemplo, Alemania.
Entre las reflexiones que podríamos hacernos sobre este informe destacaríamos que, en España, se vive mucho y, ello, a pesar de no haber pasado o pasar por los mejores momentos, desde el punto de vista económico.
Una de las letras de Alejandro Sanz dice aquello de: «vivir es lo más peligroso que tiene la vida…»
Efectivamente, son muchas las amenazas y los peligros que existen en la vida de cualquier persona. Aunque, por encima de todo, debería de preocuparnos más que el hecho de cuánto vivir, el hecho de cómo vivir. Aquí, siempre, lo más recomendable es mostrar una buena actitud ante la vida, demostrando las ganas por vivir e intentando hacer el bien durante todo el tiempo que vivamos. Estas son, sin duda, nuestras mejores armas para conseguir la ansiada longevidad o, al menos, para encontrarnos orgullosos y felices por seguir viviendo.
