La foto para la historia
“Esta guerra afecta a todo el mundo, no sólo a Francia”, dice el gobierno francés. Pero no a todos por igual. Europa vive aún con el pulso sobresaltado por los efectos de la barbarie. Siria lo sufre desde hace meses. Y por eso miles de refugiados tratan con desesperación de llegar a nuestras fronteras. No es un capricho. Es una necesidad. Ahora afecta a gran parte del mundo. Pero lo lleva haciendo desde hace años. En 2001 se encendió la chispa, pero antes ya se estaba calentando.
“Esta guerra afecta a todo el mundo, no sólo a Francia”, dice el gobierno francés. Pero no a todos por igual. Europa vive aún con el pulso sobresaltado por los efectos de la barbarie. Siria lo sufre desde hace meses. Y por eso miles de refugiados tratan con desesperación de llegar a nuestras fronteras. No es un capricho. Es una necesidad. Ahora afecta a gran parte del mundo. Pero lo lleva haciendo desde hace años. En 2001 se encendió la chispa, pero antes ya se estaba calentando.
“Esta guerra afecta a todo el mundo, no sólo a Francia”, dice el gobierno francés. Pero no a todos por igual. Europa vive aún con el pulso sobresaltado por los efectos de la barbarie. Siria lo sufre desde hace meses. Y por eso miles de refugiados tratan con desesperación de llegar a nuestras fronteras. No es un capricho. Es una necesidad. Ahora afecta a gran parte del mundo. Pero lo lleva haciendo desde hace años. En 2001 se encendió la chispa, pero antes ya se estaba calentando.
Hoy prende la llama. Las diez mayores empresas mundiales de Defensa suben como la espuma en Bolsa al augurar que las operaciones militares aumentarán en los próximos meses. Las acciones de la multinacional Lockheed subieron un 3,5%. Casi el 80% de sus ingresos dependen de la venta de material bélico. La británica BAE Systems subió un 4,45%. Todo está listo.
Y también la foto. Hollande se reunirá la semana que viene con Putin y Obama para coordinar las acciones de Rusia y Francia en el país. Si el presidente estadounidense Nobel de la Paz quería dejar el mando sin mancharse las manos de sangre, no lo ha conseguido. Logró el acuerdo nuclear con Irán. Está en sus manos el cierre inminente de Guantánamo. Y aunque hasta ahora cierra la puerta a mandar soldados, tiempo al tiempo.
¿Y qué hay de Putin? Febrero de 2012: “Una injerencia exterior en Siria puede tener consecuencias tan horribles como en Libia”. Entonces avisaba que lo mejor sería que las partes involucradas resolvieran sus problemas de manera independiente. Ese mismo año Hillary Clinton confesó en la cadena Fox News que Estados Unidos había creado a Al Qaeda. Que el grupo fue financiado y equipado con misiles. “Cuando la Unión Soviética invadió Afganistán, tuvimos esta brillante idea de ir a Paquistán y crear una fuerza de muyahadines”. En The Atlantic aseguró que fracasaron al intentar crear una guerrilla anti-Assad. Hoy ponemos flores en el mismo suelo de la desgracia. ¿En qué terminará este conflicto?
Hace unas semanas pocos sabían situar a Raqqa en el mapa. Hoy es objeto de todas las miradas. La mitad del cuarto de millón de sirios que huyó de la ciudad no lo fue nunca hasta hace unas semanas. Hoy son poco más que apestados. Los civiles que quedan en la capital del Estado Islámico, los mismos que describen está ciudad como vivir el infierno en la tierra, también lo son. Porque hoy lo que importa es que la batalla ha comenzado. ¿Es la mejor solución? Hoy sí. Tarde, y mal, la ausencia de venganza se queda para las teorías idealistas.
«Sale de la guerra, paz; de la paz, abundancia; de la abundancia, ocio; del ocio, vicio; del vicio, la guerra»
Francisco de Quevedo