No andamos finos

Todo un detalle de finura después de la barbarie, cuando las heridas en los corazones están muy abiertas y cuando muchos han sentido que les han intentado quitar la libertad, la igualdad y la fraternidad.

Leo que este lema nació en el transcurso de la Revolución francesa y que, como en aquellos momentos no les importaba demasiado ninguna de las tres cosas, le añadieron «ou la mort», como si te amenazaran de muerte si no eras libre, igual y fraterno.

No sé si los asesinos de París se han enterado del añadido. Quizá lo de la libertad etc. no les importa nada y se han quedado solo con la muerte.

Pero, aprovechando el recibimiento de los jugadores franceses, podíamos pensar un poco en España. «Libertad, igualdad y fraternidad» no es nuestro lema, pero no me importaría que lo copiáramos. No creo que los franceses se molestasen.

No andamos finos de libertad. Veo actuar a dictadorcillos/as que quieren imponer su modelo educativo, su modelo sanitario, sus ambiciones personales, disfrazadas de discursos pseudopolíticos. Hasta nos dicen lo que se puede decir y lo que no se puede decir, porque se han inventado esa estupidez de lo políticamente correcto.

No andamos finos de igualdad. Se ven cosas muy feas.

No andamos finos de fraternidad. Es lógico, porque si la libertad es un vocablo y nada más, y la igualdad es otro vocablo y nada más, para qué vamos a perder el tiempo hablando de fraternidad.

Ha ocurrido un suceso espantoso, que nos tiene que servir para decir que nosotros no queremos ser así. Y me gustaría que aprovechásemos el detalle que han tenido al recibir a la selección francesa en el Reino Unido, para pensar un poco en nuestra vieja Europa y en nuestra vieja España.

Y pensando, pensando, igual se nos ocurrían cosas, normalmente pequeñas, que podríamos hacer para que la palabra «vieja» no tuviera ninguna connotación negativa y sí tuviera el sentido de «comunidad de personas que luchan por ser libres, iguales y fraternas».