Islamofobia versus Islamoacojone
Parece mentira que hasta un político tan poco atractivo como el presidente francés Hollande haya sido capaz de “sacar músculo” ante la amenaza yihadista. Hollande daba un perfil más de islamo-acojone es decir, de estar algo acojonado ante la escalada radical, que de ser capaz de imitar al Gran Putin y revolverse con los instintos de un gato rabiando contra esos bichos quintacolumnistas asquerosos que muerden como hienas la mano que les ha dado de comer.
Parece mentira que hasta un político tan poco atractivo como el presidente francés Hollande haya sido capaz de “sacar músculo” ante la amenaza yihadista. Hollande daba un perfil más de islamo-acojone es decir, de estar algo acojonado ante la escalada radical, que de ser capaz de imitar al Gran Putin y revolverse con los instintos de un gato rabiando contra esos bichos quintacolumnistas asquerosos que muerden como hienas la mano que les ha dado de comer.
Así Hollande ha hecho como Putin: pasarse los complejos por aquel lugar en el que los “gigolós” llevan su caja registradora. Y el secular temor occidental a ser tachados de “islamófobos” ha quedado en segundo término lo que viene a significar según la Sabiduría Milenaria que nos importa un carajo el cómo nos califiquen. Es más, como la gente es muy mala y hay mucha envidia en el mundo, los hay que prefieren ser acusados de “islamófobos” que ser calificados “islamoacojonados”. Esto significa, según los grandes filósofos, que hay gente para todo y que, al final, aunque sea muy al final, a los políticamente correctos se les remueven las tripas y dejan de sudar almíbar y edulcorada tolerancia paternalista y comienzan a sudar acíbar y el acojone se les transmuta en mala leche y entonces se lía al de Dios es Cristo. Mismamente como la que se está liando, ese Vladimir Putin es mucho Vladimir Putin y como verán escribo con giros del habla andaluza porque la ocasión y el ruso que hoy es el héroe de Occidente, lo merecen.
Lo inimaginable: Hollande tomando ejemplo de sus junteras con Vladimir Putin y las redes sociales puestas de común acuerdo para llamar al presidente islamista Erdogan ( gran enemigo de los heroicos kurdos peshmerga, hombres y mujeres en primera línea contra los piojosos asesinos del Daesh que casualmente es el que les vende a los turcos petróleo a buenos y baratos precios para beneficio del hijo de Erdogán, dicen las malas lenguas) retomo, para llamar al retorcido turco, Cerdogán y en francés Cochongan. Al tipo lo han bautizado otra vez y hay un clamor unánime para que Turquía sea expulsada de la OTAN y se les acabe chupar de Europa ¿Habrá costado millones Turquía a Occidente? Y todo para instaurar un régimen que persigue ferozmente a los opositores, masacra al pueblo kurdo que tiene mil veces más historia, cultura, tradiciones, sabiduría y costumbres que todos los turcos juntos y encima con la melosa connivencia de la Merkel que, en economía es un crack, pero en política exterior e inmigración es un fracaso total. Por cierto Merkel se une al eje Putin-Hollande-Cameron y el tema consiste en dejar el califato de los asesinos como si Atila y sus hunos patizambos, se hubieran pasado por allí. Y de paso cerrarles el negocio del petróleo de contrabando a los turcos. Es normal y es humano, pónganse la mano en el pecho y digan si no les parece lógico el que Putin y la coalición quieran matar a todos los yihadistas allí para que, cuando deserten, no se vengan para aquí. Porque si se vienen para aquí también tendrán que cambiar las leyes pamplineras, que entren leyes militares y les abatiremos allá donde se encuentren. Cosas de la vida.
Y a todo esto ¿Qué pinta España en el lío? Pues pinta bien poco si no se clausuran en 24 horas todas las mezquitas salafistas estén en Cataluña o en Asturias, se expulse o encarcele a los imanes radicales junto a su parentela, como han hecho en Túnez y en Egipto, se sanee el panorama y después se verá. Porque lo del Pacto Antiyihadista con su cursi puesta en escena y los estúpidos llamamientos a “la unidad” no son más que humo de infiernillo de puesto de asar castañas, estrictamente nada. Por supuesto que estamos unidos. Todos. No hace falta resaltar la evidencia. Y al que no esté unido se le analiza hasta la fibra del ADN de los calzoncillos, porque, con solo pasarse una miajita y que sus mensajes marginales de pacifismo poligonero renqueen, se manda llamar a los fiscales que para eso están, para garantizar la legalidad y se les imputa en la Audiencia Nacional. Experiencia nos sobra imputando a mamones, apologistas y renegados en la lucha contra los criminales de ETA, así que a seguir, porque bastante cara nos han costado la cobardía y la complacencia ante los malos.
Por ahora nadie nos ha pedido ir a ninguna guerra, ni tampoco ha cundido el ejemplo de Francia donde se ofrecen al día mil cuatrocientos voluntarios para la reserva, aquí la izquierda marginal sigue con su pacifismo folklórico y pretende combatir con besos las balas de los yihadistas. Que sigan. Pero sin que tenga que intervenir la fiscalía, por cobardes y traidores no se imputa a nadie en tiempos de paz. Por ser más mierdas que los desechos de una pocilga no se incoan Diligencias Previas. Tampoco Rajoy es Putin y me duele el corazón al decir que parece que parte de los españoles no son tampoco franceses. Pero al menos no somos belgas con vertederos de yihadistas de por medio. Los hay con mucho islamoacojone porque el islamista que ha llegado a Europa lo ha hecho con una lista de agravios más larga que la que tuviera en su día Blas Piñar. Pero Putin, Hollande, Cameron, Merkel y quienes se vayan coaligando parecen estar fagocitando los bruscos y eficaces métodos del ruso, pinta que al Cerdogán se le va a acabar el contrabando de carburante y de paso el turismo porque hay que ser traidor para ir a gastarse los dineros en Turquía. De Rusia han echado a los turcos y ahora los tomates se los compran a Am Israel Jai, la patria espiritual de todo Occidente. A eso se le llama “respuesta” y España también responderá, primero se debe sanear aquí que tenemos bastante tarea con el salafismo y los radicales locales más los oscuros intereses subyacentes al “no a la guerra” de algunos zarrapastrosos. Luego seguiremos a Occidente en lo que se requiera. Y si algunos hombres tienen miedo iremos las abuelas a arrancarles las tripas a los yihadistas, mirando por nuestros hijos y nuestros nietos. ¿Islamofobia? Por favor me ahorran las estupideces si son tan amables ¿Islamoacojone? Eso no ,eso sí que no.
Quiero dedicar este artículo a la Embajada de Rusia en España para, a través de ella, llegar al gran pueblo ruso al que doy las gracias por estar ahí.
También se lo dedico a aquellos jóvenes emigrantes españoles, a lo más sano, valiente y hermoso de nuestra España que, como mi hijo pequeño, tienen que buscarse la vida en tierra extraña, pasando más fatigas que un lagarto detrás de una pita. Y que ya andan preguntado, si, como europeos que son y de esa leche han mamado, pueden alistarse como reservistas en otros países de Europa, por si hace falta, que aquí estamos nosotros.