Cambio climático: morirán 46 millones de personas al año
“Más allá de los Objetivos de desarrollo del milenio, el mundo necesita un marco para avanzar después de 2015 que refleje la equidad y la sostenibilidad; Río+20 representa una gran oportunidad para llegar a una noción compartida de cómo seguir avanzando”. “Hay alternativas a la inequidad y la insostenibilidad (…) Las inversiones que mejoran la equidad -por ejemplo en cuanto al acceso a energía renovable, agua y saneamiento, y salud reproductiva- pueden mejorar tanto la sostenibilidad como el desarrollo humano”.
“Más allá de los Objetivos de desarrollo del milenio, el mundo necesita un marco para avanzar después de 2015 que refleje la equidad y la sostenibilidad; Río+20 representa una gran oportunidad para llegar a una noción compartida de cómo seguir avanzando”. “Hay alternativas a la inequidad y la insostenibilidad (…) Las inversiones que mejoran la equidad -por ejemplo en cuanto al acceso a energía renovable, agua y saneamiento, y salud reproductiva- pueden mejorar tanto la sostenibilidad como el desarrollo humano”.
“Nuestro Índice de Desigualdad de Género (IDG), que este año fue actualizado para 145 países, muestra cómo las restricciones a la salud reproductiva contribuyen a la desigualdad de género. Se trata de un tema importante, porque en los países donde existe un control efectivo y universal de la reproducción, las mujeres tienen menos descendencia, con los beneficios que ello implica para la salud materna e infantil y para la reducción en las emisiones de gases de efecto invernadero”.
“Por ejemplo, en Cuba, Mauricio, Tailandia y Túnez, donde tanto los servicios de salud reproductiva como los anticonceptivos están disponibles sin restricción, las tasas de fecundidad se sitúan por debajo de los dos nacimientos por mujer. Sin embargo, en el mundo persisten muchas necesidades no satisfechas en este ámbito y los datos sugieren que si todas las mujeres pudieran ejercer sus derechos reproductivos, el crecimiento demográfico se reduciría lo suficiente para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero a niveles más bajos que los actuales. Se calcula que de atenderse las necesidades de planificación familiar no cubiertas de aquí a 2050, las emisiones mundiales de dióxido de carbono se reducirían hasta en 17% por debajo de sus niveles actuales”. (Por lo visto, consideran una “conquista” llegar a una tasa de natalidad inferior a la necesaria para el recambio generacional; ¿se pretenderá la desaparición de esos países?)
Concluye la primera parte del informe diciendo: “los derechos reproductivos, incluido el acceso a servicios de salud reproductiva, son una condición previa de empoderamiento de la mujer y también podrían evitar la degradación ambiental”.
En el lenguaje de la ONU, de las multinacionales farmacéuticas y de los gobiernos occidentales, «salud reproductiva» es un eufemismo para evitar la palabra «aborto», es decir, el asesinato de seres humanos en el vientre materno por medios químicos y/o quirúrgicos. También es un eufemismo para la esterilización de poblaciones enteras y la eugenesia, eso tan del gusto nazi.
Bien. A partir de mañana y hasta el día 8 de diciembre de 2016, morirán 46 millones de seres humanos gracias a la combinación criminal de ideología de género fomentando el aborto y exageraciones interesadas en culpar al hombre del supuesto «calentamiento global», que se ha convertido en una industria de más de un billón de dólares.
Descansen en paz.