Presunción de inocencia
Hemos presenciado estos días como un medio de comunicación nacional, con cuantiosas pérdidas en su cuenta de resultados, lanzaba un ataque sin precedentes contra Gustavo de Arístegui y Pedro Gómez de la Serna, por supuestos cobros ilícitos de cobro de comisiones. Justo la misma semana que también aparecía publicado los emolumentos percibidos por Felipe Gonzalez Márquez o por el inefable Sr. Moratinos. Ellos si otros no. Hace unos meses, también existió una campaña de acoso y derribo contra Javier López Madrid, por unas supuestas acusaciones de una doctora que se han demostrado ser un montaje.
Hemos presenciado estos días como un medio de comunicación nacional, con cuantiosas pérdidas en su cuenta de resultados, lanzaba un ataque sin precedentes contra Gustavo de Arístegui y Pedro Gómez de la Serna, por supuestos cobros ilícitos de cobro de comisiones. Justo la misma semana que también aparecía publicado los emolumentos percibidos por Felipe Gonzalez Márquez o por el inefable Sr. Moratinos. Ellos si otros no. Hace unos meses, también existió una campaña de acoso y derribo contra Javier López Madrid, por unas supuestas acusaciones de una doctora que se han demostrado ser un montaje.
En el caso de Gustavo de Aristegui, Embajador de España, por oposición y no por enchufe, ha terminado con la renuncia del mismo ante una serie de publicaciones, que el tiempo dirá, pero tienen los visos de ser un caso muy similar al del empresario Javier López Madrid. Dimitido el personaje el citado diario, relata hoy su biografía al más puro estilo de la prensa del corazón. Estamos en campaña electoral y las cosas no son como son, si no como lo que parecen.
Impulsivo, brillante, trabajador y creo que honesto, mientras que un juez no me demuestre lo contrario, creo que la renuncia de Gustavo de Aristegui, es una pérdida para el PP y para España. Dada la colección de políticos sin carrera, sin cuenta corriente, o si las tienen, algunos en Andorra, Suiza o Venezuela (generalizando) sin preparación alguna, y viendo el panorama que nos espera, realmente provoca desazón a los votantes.
Existe una relación de casos muy extensos, en los que se ha producido un ataque con falta de pruebas a personajes públicos, que luego se han demostrado falsas, pero el daño ya se ha hecho. El llamado daño del telediario, es la pena más grande que puede tener un personaje público, porque la justicia en España es demasiado lenta. Casos como el mencionado, o como Loyola del Palacio, Paco Vázquez o el mismo Pepiño Blanco son casos que deberían hacer reflexionar en qué tipo de país vivimos.
No todo vale para vender periódicos, no todo es válido para servir unos intereses o para fabricar líderes mediáticos a los servicios de alguna “casta”. Por eso los españoles huimos de los telediarios, de las noticias y cada vez se venden menos periódicos. La presunción de inocencia no la lleva ningún partido en su programa electoral, cuando todo el mundo habla de ella. A lo mejor es por eso por lo que muchos se quedarán en casa el día de las elecciones. ¿Para qué? Siempre es lo mismo.
¿Quién le devuelve a esta gente su presunción de inocencia?