Abrir Auschwitz de nuevo
Mi amigo Andreas, alemán y bromista -lo cual no es un oxímoron, aunque pueda parecerlo-, me dice que ha tenido una idea. -Esto de las agresiones sexuales perpetradas por los moros es una cosa terrible. No es algo nuevo, porque la violación es un arma de guerra desde tiempos inmemoriales. Lo que tiene de novedoso es que se haga, así, organizadamente, en épocas de paz y en un país civilizado y tal. Pero creo que se podría solucionar con otra novedad, muchacho.
Mi amigo Andreas, alemán y bromista -lo cual no es un oxímoron, aunque pueda parecerlo-, me dice que ha tenido una idea.
-Esto de las agresiones sexuales perpetradas por los moros es una cosa terrible. No es algo nuevo, porque la violación es un arma de guerra desde tiempos inmemoriales. Lo que tiene de novedoso es que se haga, así, organizadamente, en épocas de paz y en un país civilizado y tal. Pero creo que se podría solucionar con otra novedad, muchacho.
-¿Ah, sí? ¿Cuál? -le digo.
-Imagina que abrimos un campo de exterminio de esos antiguos, Auschwitz, Dachau, el que quieras, y lo convertimos en parque temático, en museo de los horrores, pero con gente dentro, como si fueran actores; y metemos a los moros violadores ahí. Unos hacen de presos, con su uniforme a rayas y una media luna amarilla bordada en el pecho; y otros hacen de vigilantes y de torturadores. Los visitantes pagan una entrada y disfrutan de un “reality show” muy aparente e instructivo. ¿Qué opinas?
-Una animalada, Andreas. ¿Qué te has fumado?
-¿Animalada? Y lo que han hecho con nuestras mujeres, ¿qué es? ¿Llevarlas de paseo por el bulevar? Hay animaladas, como tú dices, que no se pueden repetir. Si juntamos dos barbaridades que no deberían repetirse jamás y le damos al festival un tono didáctico, tanto para los que están dentro como para los que miran, a lo mejor enseñamos algo útil a los jóvenes, ¿no crees? Y fíjate, no estoy hablando de usar las cámaras de gas ni de matar a nadie. En cambio, estos moros del Estado Islámico en sus “reality shows” asesinan al personal de verdad. Y además filman unos vídeos muy profesionales. Yo creo…
-Déjalo, Andreas, déjalo. ¿Una copa?