A toda prisa
A propósito de todo el revuelo que han ocasionado los diferentes debates en la campaña presidencial de los Estados Unidos de América, se suma el hecho de que al actual Presidente, Barack Obama, esta en su último año de gobierno y ha sido catalogado después de los ataques de París en Noviembre como “el hombre clave para la lucha contra el terrorismo”, lo cual, siendo laureado del Premio Nobel de la Paz, lo pone en serios aprietos.
A propósito de todo el revuelo que han ocasionado los diferentes debates en la campaña presidencial de los Estados Unidos de América, se suma el hecho de que al actual Presidente, Barack Obama, esta en su último año de gobierno y ha sido catalogado después de los ataques de París en Noviembre como “el hombre clave para la lucha contra el terrorismo”, lo cual, siendo laureado del Premio Nobel de la Paz, lo pone en serios aprietos.
Recientemente, hemos visto las declaraciones por parte del Estado Islámico, alegando que es momento de “apropiarse” de Libia, y de sus reservas de petróleo, como si quisieran establecer un orden donde realmente, solo lo empeoraría.
Un plan apoyado por su posible sucesora demócrata, Hillary Clinton de invadir Libia de una vez por todas no sólo fue altamente aplaudido, también fue puesto en marcha lo más pronto posible. La inteligencia militar de este país, siempre ha sido caracterizada por ser cautelosa y por haber estudiado bien a su objetivo primero, pero pareciera que son golpes desesperados de un mandatario que siempre se ha caracterizado por su buen juicio y su delicadeza para hacer las cosas. Existen muchos factores que parecen no haber sido evaluados también, el hecho de que Estados Unidos ya tiene antecedentes de invasión o de sobre vuelo no autorizado, una Coalición que se muestra muda en este episodio de la lucha contra el Terrorismo, o bien, por otro lado, que el mismo país se encuentre solo en la lucha, puesto que ha sido uno de los pocos, por no decir el único que se ha mantenido fiel al acuerdo y posteriormente apoyado a las fuerzas iraquíes en sus estrategias para recuperar el territorio.
Después del asesinato de Gaddafi, Estados Unidos se ha sentido con la responsabilidad de luchar con el terrorismo y de poner un orden en el Medio Oriente, lo cual sigue causando rechazo en esta comunidad por tratarse de la mayor potencia de Occidente, pero bajo la cruel guerra e imposición de los grupos terroristas, parece no haber otra salida.
Este último año es decisivo para que Obama termine de consolidar su postura y su legado respecto a la política exterior, que si bien, no podrá abarcar toda la responsabilidad, quién sea su sucesor a finales del 2016, tendrá un largo camino y una larga lucha por delante.