¿Otro accidente económico?
Primero fue el multimillonario George Soros. Después el “apocalipsis” de William White (OCDE). Ahora Mervyn King, ex gobernador del Banco de Inglaterra, advierte que el mundo está en «la cúspide de otro accidente económico» ¿Es así?
Primero fue el multimillonario George Soros. Después el “apocalipsis” de William White (OCDE). Ahora Mervyn King, ex gobernador del Banco de Inglaterra, advierte que el mundo está en «la cúspide de otro accidente económico» ¿Es así?
1. Las economías emergentes se convirtieron hace unos años en la gran esperanza mundial. Hasta que nos dimos cuenta de que era sólo un oasis. China no está pasando su mejor momento y el petróleo sigue cayendo a un ritmo del 20% en tres semanas. Hay miedo a un default de las petroleras. El FMI ha cifrado las salidas de capital netas de 2015 de los mercados emergentes en unos 531.000 millones de dólares. El año anterior la cifra fue de 48.000 millones en entradas netas. La suma de la deuda privada y pública total de una economía emergente no debería superar el 100% de su PIB y la china supera el 250%. Por no hablar de las conocidas restricciones gubernamentales de algunos de ellos como Rusia.
2. Aún no hemos terminado de recuperarnos de la crisis de 2008. Y aunque la relajación monetaria del BCE actúa como una bomba de oxígeno, tocará pronto su fin. Las alarmas se encendieron cuando este verano la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos avisó con subir los tipos, lo que hizo que muchos inversores huyeran sin volver. ¿Hasta cuándo continuarán los experimentos? ¿Quién vigila a los bancos centrales que inspiran los QE?
3. No es 2008…pero algo se le parece, y no cogería con buen pie a países como España, en stand by desde el 20 de diciembre, y cuya economía crece a un tímido ritmo del 3,2% (que ya es algo). El cambio a un Gobierno populista no hace ninguna gracia a los mercados y las bolsas lo notan, tanto como para que el IBEX se deje los 8.000 puntos.
Sin embargo, los especialistas no logran ponerse de acuerdo sobre si estamos a punto de entrar en una nueva recesión o es una percepción demasiado alarmista de las bolsas. ¿Recesión o miedo sin más? Todo el mundo habla de ella, pero nadie se atreve a ponerle nombre.