THE OBJECTIVE
Leopoldo Abadia

El debate y la pelota

Hace mucho tiempo comenté la foto de un tenista que practicaba lo que le había recomendado otro: «mira la bola SIEMPRE». O sea, «no te distraigas NUNCA».

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El debate y la pelota

Hace mucho tiempo comenté la foto de un tenista que practicaba lo que le había recomendado otro: «mira la bola SIEMPRE». O sea, «no te distraigas NUNCA».

No vi el debate a cuatro porque no me apetecía nada y porque, ya que estos cuatro me obligan a votar otra vez, que me cuesta dinero, y me obligan a recibir papeletas que van a la papelera con un ágil movimiento de muñeca que cada vez me sale mejor, tengo el derecho de cenar con mi familia y cuando alguno dice: «ahora están poniendo el debate en la tele», contestarle: «sí, ¿me pasas el vino?».

Miro las fotos de The Objective y me paro en la del debate. De derecha a izquierda, veo a Pablo concentrado, sin distraerse, «mirando la bola». No sé si me gustará leer lo que haya dicho, pero no podré acusarle de que se distrajo. Él fue al debate a debatir, no a ver cómo están dispuestas las cosas en el plató, como Pedro y Albert.

Me voy a la izquierda de la foto. Tengo la sensación de que Mariano también está mirando la bola, viendo cómo se distraen los chicos y pensando: «déjales que se distraigan. El debate es con Pablo. Mira lo centrado que está».

No suelo estar de acuerdo con esas opiniones sobre quién ha ganado un debate. Siempre pienso que el que debería ganar es el que presentase el plan más sólido para dirigir España, pero eso, normalmente, no queda claro en los debates.

Sigo mirando la foto. Mariano, a la izquierda, mira a los que se distraen. Me da la impresión de que él no se distrae.

El debate está a punto de comenzar. Al día siguiente, martes, leo a Enric Juliana. Entre otras cosas, dice que:

Mariano
1. Estuvo «granítico y presidencial».
2. Ninguneó a Pedro.
3. Se enzarzó con Albert
4. No buscó el enfrentamiento con Pablo

Pedro
1. Buscó sin mucho éxito el cuerpo a cuerpo con Mariano
2. Consiguió evitar que el debate se polarizase entre Mariano y Pablo, «a quien detesta».

Albert
1. Atacó a Mariano
2. Atacó a Pablo. Habló de Venezuela.

Pablo
1. Consigna: no cometer errores.
2. Controló el ego. Se frenó.

Vuelvo a la pelota.

Ganaron Mariano y Pablo, la derecha y la izquierda.

Como siempre.

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