¿Aseguran los seguros?

La foto de Sam Yeh parece vulgar, pero esconde un tema de fondo. Resulta que un robot llamado Pepper se ha incorporado a la plantilladle la mayor aseguradora de Taiwan, Cathat Life Insurance. Hay diferencias entre Pepper y sus compañeros humanos. Apenas mide 1,20 metros y tiene como misión entretener a los clientes que hagan cola e informarles de los paquetes financieros durante su espera. Los jefes dicen que no va a sustituir a nadie, que simplemente se trata de un complemento del trabajo del personal humano: “Intentamos crear un robot con corazón que pueda entender los sentimientos de las personas y establecer una relación con ellos”.

Tienen un par de huevos, u ovarios, los mandamases de esta compañía. Pero, además, toman a los ciudadanos por imbéciles. Claro que hay quien, en la desesperación, cuela, traga, y se hace con uno de esos paquetes que crees que te van a resolver la vida, y te la hunden. Los seguros, así en general, salvo excepciones, te aseguran poco, y te generan inseguridad y cabreo. Pagas civilmente tus cuotas, y cuando llega la hora de que te beneficies del seguro en buena lid, primero te racanean, te ponen pegas, tratan de que palmes, y si al final han de cumplir con su parte del trato, te advierten que la siguiente cuota sufres una penalización, y te suben el precio a abonar.

Este de los seguros es además un mundo también en evolución, porque ya no solo te aseguran, sino que te ofrecen paquetes financieros. Paquetes que siempre se le vuelven en contra a los ciudadanos normales. Y ahora van a poner de moda los robots. Para que nos peleemos con ellos. Son la leche. Son insaciables. Lo quieren todo para ellos. Parecen banqueros. ¿Te aseguran algo? Ni con un robot al mando de las naves. Se aseguran ellos sus beneficios.