Rajoy sin Aznar

Rajoy, Sáenz de Santamaría y Cospedal, entre otros, sabrán cuánto le deben a José María Aznar y a su equipo para haber llegado tan arriba en la vida social española. Personalmente, creo que le deben muchísimo. Quiero decir: muchísimo más de lo que cualquiera de los tres puedan pensar que le deben.

Y hay otros ocho mil cargos, al menos, que le deben más.
Rajoy, Sáenz de Santamaría y Cospedal, entre otros, deberían reflexionar sobre el daño que le han hecho a su mentor: sobre la traición que han cometido con el mejor y más exitoso presidente del PP.
Aznar sacó al PP del fondo del abismo.
Ganó al todopoderoso PSOE de Felipe González.
Luchó contra poderes económicos, periodísticos y sociales hasta vencerlos a todos.
Cambió la vida política española con dos etapas de gobierno sorprendentes.
Ha sido el líder español con más influencia internacional en el centro-derecha español.
Fichó a Rajoy cuando Fraga lo odiaba; lo mantuvo como vicesecretario cuando decían que era irrelevante; lo ensalzó hasta promoverle candidato a la Presidencia del Gobierno ante la incredulidad de España; lo apoyó cuando perdió 16 puntos en la peor Campaña Electoral que conocen los siglos…
Aznar es el ogro de la izquierda: nadie tan odiado como él, porque nadie como él ha cambiado tanto la mentalidad de unos españoles que se creían que las fórmulas socialistas eran válidas hasta que él las cambio; y así cambió España.
Aznar no ha merecido el desprecio de Rajoy, Sáenz de Santamaría y Cospedal, entre otros, como si fuera un usurpador solo porque criticaba las contradicciones de Montoro y la negligencia e indolencia del PP ante el problemón independentista.
Aznar no merece ese desprecio y ha dado un golpe en la mesa.
Reflexionen Rajoy, Sáenz de Santamaría y Cospedal, entre otros…