Carlos Urquijo, muchas gracias

Durante el Consejo de Ministros celebrado el pasado viernes, el Gobierno de España destituyó al delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo, y lo sustituyó por Javier de Andrés, parlamentario vasco y portavoz del PP en las Juntas Generales de Álava, quien fue diputado general del territorio entre 2011 y 2015. La decisión es una nueva cesión del Gobierno de España (de éste y de todos los anteriores) al PNV, otro guiño de esos que los supuestamente constitucionalistas llevan años realizando a los partidos nacionalistas y, en concreto, de nuevo al PNV, no vaya a ser que estos se enfaden y con sus 5 diputados en el Congreso rompan la baraja. Días atrás, Carlos Urquijo fue «cazado» comprando un CD en un «top manta», la excusa perfecta para satisfacer la exigencia de los jeltzales.

Yo coincidí con Carlos Urquijo de 2009 a 2012 en el Parlamento Vasco: un buen parlamentario y un tipo cercano, afable, honesto, voluntarioso y de gran corazón. Lo que se dice habitualmente un «peleón» frente a los excesos del nacionalismo vasco. En 2012 fue nombrado delegado del Gobierno en el País Vasco y durante cuatro años ha venido siendo el azote de los nacionalistas y especialmente el de los servicios auxiliares de ETA, impulsando múltiples recursos, en especial cuando existían indicios de incumplimiento o incumplimientos flagrantes de la legalidad vigente, de esos que se dejan pasar por el bien del buen rollo y la convivencia pacífica: celebración de consultas soberanistas, la ausencia de la bandera española en edificios públicos, abusos lingüísticos y actos en favor de los presos de ETA. Bah, temas menores.

Carlos Urquijo, en lugar de mirar para otro lado, decidió hacer aquello que le correspondía y hacerlo además bien y con contundencia y sin complejos: cumplir y hacer cumplir la ley, nada menos. Obviamente, ni al Gobierno Vasco ni al PNV ni a los servicios auxiliares de ETA les gustó nunca su labor ni el modo de ejercerla, lo cual corrobora que su labor fue efectivamente impecable. Carlos Urquijo ha sido destituido por el Gobierno del PP en pleno acercamiento al PNV. Es una nueva cesión como tantas otras hubo antes. Si continúan las cesiones, es posible que el PNV termine logrando más pronto que tarde el objetivo al que aspira: eliminar la propia figura política del delegado del Gobierno.

En fin, Carlos, que muchas gracias por tu labor durante todos estos años.