Muertos de frío
Aunque en la imagen de Vadim Ghirda, bellísima, observamos a un humano bien pertrechado contra el frío, con buen gabán y sombrero clásico, pero de moda, la ola de temperaturas polares bajísimas que recorre Europa se ha llevado por delante ya a más de 80 personas, buena parte de ellas refugiados que huyeron del horror y deambulan buscando una vida digna y no han encontrado ni un lugar donde poder resguardarse de la nieve y el hielo que les ha reventado el corazón.
Aunque en la imagen de Vadim Ghirda, bellísima, observamos a un humano bien pertrechado contra el frío, con buen gabán y sombrero clásico, pero de moda, la ola de temperaturas polares bajísimas que recorre Europa se ha llevado por delante ya a más de 80 personas, buena parte de ellas refugiados que huyeron del horror y deambulan buscando una vida digna y no han encontrado ni un lugar donde poder resguardarse de la nieve y el hielo que les ha reventado el corazón.
Los meteorólogos anuncian que la masa de aire frío procedente del Ártico ha comenzado a debilitarse y la cosa mejora un poco, pero los nadie que no tienen techo seguirán sufriendo. Me llegan historias terribles de Gracia, Albania, Montenegro, Serbia y Bosnia. No es solo la temperatura, superior muchos días a 20 bajo cero, son los vientos que generan una sensación térmica por debajo de 40 bajo cero. Y soportar eso al raso, en la puta calle, en el campo, sin más abrigo que algún chambergo gastado y el fueguecito que a duras penas se hace con las maderas que pillan es un horror.
Nosotros soportamos, con nuestras calefacciones, un frío que se hace menos con los medios que tenemos para combatirlos. El drama de los nadie muertos de frío ocupa algún espacio menos en páginas pares y algún minutejo de la basura en los informativos de las teles. Quizá si llega alguna foto de un niño congelado vaya a portada o abra telediarios. Si no, a lo nuestro, a nuestra miseria de ricos tan pobres que solo tenemos dinero. Nosotros seguiremos calentitos y las nadie seguirán muriendo de frío, o de hambre. Muriendo la vida.