Política a brochazos
Donald Trump ha provocado un quilombo fenomenal en su país. Ha firmado un decreto con cuatro disposiciones sobre inmigración: 1) Suspende la admisión de nuevos refugiados durante 120 días mientras se estudia cómo abordar la cuestión. 2) Impone una moratoria de 90 días para algunos países, siete en total, influidos por la violencia terrorista islámica. 3) Suspende indefinidamente la admisión de refugiados sirios. Y 4) Limita el número de refugiados anuales a 50.000.
Donald Trump ha provocado un quilombo fenomenal en su país. Ha firmado un decreto con cuatro disposiciones sobre inmigración: 1) Suspende la admisión de nuevos refugiados durante 120 días mientras se estudia cómo abordar la cuestión. 2) Impone una moratoria de 90 días para algunos países, siete en total, influidos por la violencia terrorista islámica. 3) Suspende indefinidamente la admisión de refugiados sirios. Y 4) Limita el número de refugiados anuales a 50.000.
El objetivo es impedir la llegada de terroristas islámicos, pero para ello se enfrenta a dificultades insuperables. El terrorismo islámico es una práctica que se basa en un conjunto de ideas, y éstas traspasan las fronteras. El islamismo es sólo una parte de ellas, e impedir la llegada de mahometanos es injusto la inmensa mayor parte de las veces, e ineficaz.
Y tampoco es que se dirija sólo contra los seguidores del Corán. El decreto somete a la moratoria de 90 días a los ciudadanos de cualquier religión de esos siete países, y la suspensión indefinida afecta a todos los sirios, no todos musulmanes. Y los ciudadanos de los principales países musulmanes, como Indonesia, pueden entrar y salir sin mayor dificultad. Incluso los de Arabia Saudita o Pakistán, nacionalidades de varios terroristas que han atentado en suelo estadounidense.
¿Por qué puede Trump mangonear en la política de inmigración? Por una ley que se lo permite expresamente y que fue la que sostuvo legalmente la decisión de Obama de impedir durante seis meses la entrada de refugiados iraquíes.
El decreto es injusto e ineficaz. Mina la posición de los Estados Unidos frente a sus socios, especialmente frente a los países árabes. Es un desahogo, un cuadro abstracto hecho a brochazos, maná para sus adversarios, y semilla de sus primeras derrotas políticas. Es Breitbart desencadenado. Una política de barra de bar, democratísima por tanto, que señala cuál será el camino de los cuatro próximos años.