MyTO

El Cupo gudari

La foto nos muestra al parlamentario Aitor Esteban sin resuello y a punto del vómito. Dice que llegó a la última trinchera en la batalla de Areces, allí donde los asturianos fachas aguantaron el envite de los rojos. Vamos, que la historia impone sus humillaciones. Los gudaris cayeron en el 37 y poco aportaron a la lucha contra el fascismo. Los vascos, como siempre, cayeron los primeros. Estandarte por el barro. Además, es patético ver a un señor fondón y bien pagá corriendo con una pistola de coña en mano. Hay que ser muy frívolo y juguetón de videojuegos para hacer ese paripé con boina. La guerra es miedo, mierda, llorar, honor, cagarse encima, ser un homicida o un cadáver nada exquisito. Es jodidísima. Y lo peor que hay en la vida. De ahí que los que juegan con eso me parezcan unos cobardes impresentables en su recreación redicha.

Opinión
  • Badalona, 1976. Licenciado en Periodismo y Filología Hispánica. Ha trabajado en radio, medios escritos y agencias de comunicación. Ejerció la crítica cinematográfica en la revista especializada Dirigido Por durante más de una década y ha participado en varios volúmenes colectivos sobre cine. Ha publicado en El Mundo, La Vanguardia, Letras Libres, Revista de Libros, Factual, entre otros medios. Es autor de los libros Amores cinéfagos (Jot Down Books, 2023) y Viajando con ciutadans (Editorial Tentadero 2007/Editorial Triacastela 2015).

La foto nos muestra al parlamentario Aitor Esteban sin resuello y a punto del vómito. Dice que llegó a la última trinchera en la batalla de Areces, allí donde los asturianos fachas aguantaron el envite de los rojos. Vamos, que la historia impone sus humillaciones. Los gudaris cayeron en el 37 y poco aportaron a la lucha contra el fascismo. Los vascos, como siempre, cayeron los primeros. Estandarte por el barro. Además, es patético ver a un señor fondón y bien pagá corriendo con una pistola de coña en mano. Hay que ser muy frívolo y juguetón de videojuegos para hacer ese paripé con boina. La guerra es miedo, mierda, llorar, honor, cagarse encima, ser un homicida o un cadáver nada exquisito. Es jodidísima. Y lo peor que hay en la vida. De ahí que los que juegan con eso me parezcan unos cobardes impresentables en su recreación redicha.

En política es otra cosa. Siempre se lo han montado muy bien, los nacionalistas vascos. Tanto es así que un partido antinacionalista como debiera ser Ciudadanos se ha bajado los pantalones  y ha votado con el PP la injusticia del cupo vasco.

Mi abuelo, con perdón, que estuvo en el frente del Ebro y preso después de la derrota en la plaza de toros de Orihuela siempre decía, escapándosele la sonrisa ácrata, que muchas banderas vio ondeando en el frente pero ninguna senyera…

Yo no sé qué estrategia sigue Ciudadanos. Tal vez se crea que pactando con los nacionalistas ganará nicho de voto. A eso ya han jugado PP y PSOE y la experiencia ha sido más que ruinosa.

Creíamos en la igualdad entre españoles, pero parece ser que eso es una utopía de fachas. Ahora lo fetén es la impertinencia ideológica de Empar Moliner, calcada a la ignorancia leguleya de la presidenta del parlamento catalán.

Pero, en fin, ¿qué coño es la UDEF? Y, mamá, quiero ser capellán.