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"Milagro (educativo) en Valladolid"

Tiempo de Selectividad para los hombres y las mujeres que dirigirán España dentro de veinte años.

Opinión
  • Miguel Ángel Rodríguez es periodista, consultor de Comunicación, publicista y escritor. Fue portavoz del Gobierno y tiene publicadas 6 novelas, 2 ensayos, un cuento infantil y 3 obras de teatro.

Tiempo de Selectividad para los hombres y las mujeres que dirigirán España dentro de veinte años. Aparentemente, que Dios nos pille confesados. Tienen mala pinta: no es por la vestimenta ni por el peinado; lo digo porque sus conocimientos son cada vez peores. Las universidades han decidido rebajar el nivel académico para no dejarlos fuera de sus aulas. Y en algunas regiones el aprobado lo regalan. Regalan también el 10 para Medicina, cosa que cabrea a quienes les ponen los exámenes más duros. Ni siquiera en eso España tiene un solo baremo: no sabemos lo que realmente saben los alumnos españoles.

Pero hay un instituto que es distinto a todos. Es el Núñez de Arce, de Valladolid, en la autonomía que saca las mejores notas de la OCDE. Podrían decir que está masificado, que no tiene pizarras digitales, ni dan clases de bilingüismo; pero, sin las moderneces de las que tanto presumen otros, es el centro que supera a Singapur en el informe PISA.

Lo que peor ha salido de nuestra España autonómica ha sido, sin duda, la Educación. Se ha perdido la seriedad en la enseñanza. Esas competencias en manos de las comunidades autónomas, más pendientes de reinventarse la Historia y expulsar al español de las aulas, han terminado por dañar irremediablemente la Cultura de ya dos generaciones; esas leyes educativas, más pendientes de no discriminar al torpe que de reconocer la excelencia, han terminado por igualar a quienes no se esfuerzan con quienes no tienen capacidad y así anulan la pericia, la sapiencia y las ganas por triunfar.

En Valladolid, en el instituto Núñez de Arce siguen enseñando como toda la vida; enseñanza en serio, con libros de texto, sin bobadas: y son los mejores. Ahora que vengan los listos a decir que es mentira.