THE OBJECTIVE
Laura Fàbregas

Decálogo de las falacias contra el feminismo huelguista

1. El machismo asesina más que ETA. La comparación en sí es totalmente aleatoria y solo sirve para conferir razones políticas a la violencia de género. La naturaleza del crimen machista es siempre íntima, nunca política. El terrorismo, por contra, busca un cambio político mediante el asesinato. La victimización por razones políticas es un error. Sería como atribuir una motivación política a los asesinatos entre hombres tras una pelea o al suicidio (donde, por cierto, según datos del INE, hay una brecha gigante de género: el 75% de los que se quitan la vida son hombres).

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Decálogo de las falacias contra el feminismo huelguista

1. El machismo asesina más que ETA. La comparación en sí es totalmente aleatoria y solo sirve para conferir razones políticas a la violencia de género. La naturaleza del crimen machista es siempre íntima, nunca política. El terrorismo, por contra, busca un cambio político mediante el asesinato. La victimización por razones políticas es un error. Sería como atribuir una motivación política a los asesinatos entre hombres tras una pelea o al suicidio (donde, por cierto, según datos del INE, hay una brecha gigante de género: el 75% de los que se quitan la vida son hombres).

2.La mediatización de la violencia de género. España es uno de los países con menos asesinatos por violencia de género. Con la mitad de casos que Francia e Italia en el último año. A pesar de la gravedad, se ha avanzado mucho en este ámbito y algunas alarmas en los medios de comunicación están sobredimensionadas.

3.Igualdad efectiva. Nos amparan la Constitución, el Estatuto de los Trabajadores y La Ley para avanzar en la igualdad efectiva. Una mujer oprimida o acosada tiene el Estado de Derecho de su parte. Denunciar es su responsabilidad.

4.Liberarse a una misma. Hay espacios donde el Estado y la ley democrática nunca podrán llegar, como son el ámbito de la negociación familiar, el acoso sútil o el babeo de un compañero en el trabajo. En estos casos solo queda liberarse a una misma, porque nadie puede hacerlo por una. Tener la valentía y el sentido moral de denunciar las injusticias del día a día. Muchas de estas injusticias, como el desprecio o la burla, por cierto, no es patrimonio exclusivo de las mujeres.

5. La paradoja de la libertad. Está contrastado que en los países donde hay más igualdad entre hombres y mujeres, como en Noruega, las mujeres se sienten más libres para inclinarse, paradójicamente, por profesiones tradicionalmente femeninas (educadoras, enfermeras). Es decir, reforzando los roles de género. Mientras que en otros países más desiguales, como en India, el número de mujeres que se dirigen hacia ramas tecnológicas es mayor, ya que también es una forma de salir de la pobreza. Mayor libertad implica que cada una sigue sus inclinaciones (sean las típicas o no de género). Gusten o no.

6.El papel de la biología. Más que la etiqueta de «heteropatriarcado», es la hormona de la testosterona, entre otras, la que se relaciona con la agresividad. Es decir, la gente con más testosterona -sea hombre o mujer- suele ser más violenta. Estadísticamente hay más hombres que mujeres con mayores niveles de testosterona. Negar la biología es el principal escollo para solucionar la violencia o cualquier asunto relacionado con la condición humana.

7.El papel de la cultura. Los cambios culturales son más rápidos que los biológicos o genéticos. Sin embargo, el modelo de vida moderna representa un segundo en la historia evolutiva del ser humano. Muchas de las principales diferencias de preferencias (elegir matemáticas o lengua) responden en menor medida a los patrones culturales. Pese a todo, las diferencias únicas entre individuos son más importantes que las de género. Y la educación es la mejor arma para el respeto entre todos.

8.Mentalidad del gueto. Obama recomendaba a los afroamericanos emanciparse del gueto y de las presiones del entorno para no perpetuar la reproducción de roles. En la huelga de 24 horas y su adhesión de masa de muchas mujeres hay también un elevado componente de gregarismo o llamada de la tribu.

9.El manifiesto oficial de la huelga es un despropósito. No se salva ni una coma. Como ha dicho el filósofo Pedro Insua, entra, perfectamente, dentro de lo que Sokal y Bricmont llamaron «impostura intelectual»: ninguno de los argumentos se sostienen científicamente. Solo confirman los prejuicios ideológicos. El capitalismo es el sistema que más ha contribuido a la igualdad de sexos.

10.Baja paternal. Tanto PP, como PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos están a favor de alargar la baja paternal a cinco semanas. Además, la baja paternal obligatoria podría servir para que las empresas vean que el coste de contratar a una mujer (en la edad frecuente de embarazo: 32 – 35 años) es el mismo que un hombre (que obligatoriamente tendrá que coger la baja), y sirva para finiquitar o mitigar los elementos dónde está demostrado que la brecha salarial sí que está relacionada con el sexo. En otros casos, es la mujer que elige trabajar menos, dedicarse a otras aficiones o tener menos responsabilidad. Y si creemos en la libertad, hay que aceptarlo.

(Y uno de regalo) Más Campoamor y menos Kent. La liberal Campoamor prefería que las mujeres eligieran por sí mismas, aunque fuera contra su propia causa. (Lo que hoy día se traduciría en ser azafatas de la Fórmula 1). Mientras que Kent quería dotarlas primero de consciencia política. Por fortuna ganó el feminismo no identitario de Clara Campoamor, que como ella misma decía, debería ser llamado humanismo. El feminismo que aquí reivindico.

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