Cifuentes: ¿sigue?
Sigue el escándalo del master de Cifuentes, prosperan los casos de políticos melancólicos de titulación que inflan sus trayectorias por escrito.
Sigue el escándalo del master de Cifuentes, prosperan los casos de políticos melancólicos de titulación que inflan sus trayectorias por escrito. Y el PP, donde toda la dirigencia debiera hacer algún master, y los hay buenos, sobre gestión de crisis, asignatura pendiente, y mire que han tenido crisis con la corrupción en todas sus variantes, porque ellos son maestros en el pringue, pero cuando se viene la tormenta no saben salir, y se ahogan cada día en un mar de declaraciones que empeoran el patio, y lo complican. Ahora todo está en manos de Rajoy, ese hombre, que sigue corriendo en su cinta, a la que se subió el fin de semana Cifuentes, descalza pero rauda, con la crisis de Madrid agravada, porque es una crisis después de mil crisis, y venía Cristina de limpiadora ejemplar de tanta porquería. Ha habido dimisiones, vergüenzas, actas y firmas falsificadas, golfería a tutiplén, y en el PP dicen que todo está pendiente de una reunión de la presidente madrileña con Rajoy, y ella asegura que si el jefe se lo pide, dimite rauda y veloz, pero lo que sea, será muy tarde ya. Cifuentes se va a ir, claro que se va a ir, y no se entiende que no lo haya hecho ya. Y se va a ir no en nombre de la decencia y la limpieza en la política, sino en nombre del tacticismo político, y por la estrategia de su partido, que igual quiere forzar a Ciudadanos a dar un paso a la izquierda que le pueda perjudicar de cara a las generales.
Han saltado más escándalos curriculares que afectan a gentes del PSOE y Podemos, pero la tele de la cosa, la sexta columna de la decencia, no hace especiales con ellos, ni se vuelca en su parrilla, como no lo hace con la corrupción valenciana de sus amigos, que pasa en segundo plano, como si no sucediera nada.
Cifuentes se va a ir solo cuando a Rajoy le convenga que lo haga. Y si Rajoy decide que le conviene forzar a Albert Rivera y los suyos a pactar con la izquierda para echarla pensando que por ahí puede el PP recuperar voto fugado a los naranjas, entonces Cifuentes se quedará hasta que la echen. Están en eso, y el personal desamparado ante tan escasa decencia general, soñando con otra política que no sea tan de vuelo bajo y miseria alta.