La Manada, 9, y Junqueras, 25: ¿Una vergüenza?
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, y el diputado de ERC, Gabriel Rufián, coincidieron en calificar de vergonzosa la petición de penas de la Fiscalía para los líderes del procés independentista. Ambos políticos recurrieron a la comparación burda y tan típica del populismo que solo busca atizar las bajas pasiones. “Es una vergüenza, los de la Manada 9 años y a Junqueras le piden 25 años”, comentó Iglesias. “25 años de cárcel por votar y 9 por violar”, remachó Rufián.
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, y el diputado de ERC, Gabriel Rufián, coincidieron en calificar de vergonzosa la petición de penas de la Fiscalía para los líderes del procés independentista. Ambos políticos recurrieron a la comparación burda y tan típica del populismo que solo busca atizar las bajas pasiones. “Es una vergüenza, los de la Manada 9 años y a Junqueras le piden 25 años”, comentó Iglesias. “25 años de cárcel por votar y 9 por violar”, remachó Rufián.
La comparación podría haber sido con la sentencia del caso Gürtel, que condena a Luís Bárcenas a 33 años de cárcel y a Francisco Correa a 51, pero políticamente no les interesaba. Optaron por compararlo con un caso que carece de connotación política, pero que les sirve para reforzar la idea de que se encarcela a hombres inocentes.
Diga lo que diga Rufián, no se juzga a nadie por “poner urnas” –ya que en Cataluña ha habido urnas cada dos años de media desde 2010–, sino por desobedecer la ley y los requerimientos de los tribunales, además de intentar subvertir el orden constitucional vigente. El Gobierno de la Generalitat intentó por la fuerza arrebatar a la mitad de catalanes su condición de ciudadanos españoles y europeos y sumirles a una situación de inestabilidad política y económica que se empezó a ver con la fuga de empresas, que solo frenó la intervención de la autonomía mediante la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
Serán los tribunales a decidir si estos hechos merecen la pena de rebelión u otra de menor, pero no hay que olvidar que el procés existió pese a que no triunfó.
Y hay que dejar claro que las ilegalidades o delitos que cometen los gobiernos siempre tienen mayores consecuencias que los que puedan cometer los ciudadanos de a pie. Por eso nunca será comparable a La Manada. Del mismo modo que un asesinato no es un genocidio. Solo los gobernantes tienen la posibilidad de llevar a millones de vidas al desastre.