Carta a una traductora francesa de Galdós
De este correo, que forma parte de la recuperación de mis archivos en un ordenador ya obsoleto, solo puedo dar una fecha aproximada y tiene que ser anterior al 2001, pues menciono al hispanista norteamericano Roger Utt, especialista en Clarín y en Galdós, muerto en julio de ese mismo año. También me ayuda a fecharlo la alusión a mi traducción de El nacer del día, de Colette, que se publicó en 1996, y la del Quijote de Aline Shulman (1997). La traducción de Torquemada y San Pedro, tomo 3 de la trilogía, razón de las preguntas de Liliane Hasson, también fallecida, salió un año después, en 1998.
De este correo, que forma parte de la recuperación de mis archivos en un ordenador ya obsoleto, solo puedo dar una fecha aproximada y tiene que ser anterior al 2001, pues menciono al hispanista norteamericano Roger Utt, especialista en Clarín y en Galdós, muerto en julio de ese mismo año. También me ayuda a fecharlo la alusión a mi traducción de El nacer del día, de Colette, que se publicó en 1996, y la del Quijote de Aline Shulman (1997). La traducción de Torquemada y San Pedro, tomo 3 de la trilogía, razón de las preguntas de Liliane Hasson, también fallecida, salió un año después, en 1998.
Queridísima Liliane:
¡Cuánto me gusta que te aproveches de mis supuestas luces galdosianas! Me gusta doblemente. Primero, porque es una ocasión de mantenernos en contacto y, segundo, ¡porque te puedo contestar a casi todo! Imagínate cuánto me alegra, sobre todo porque sólo tuve que preguntar dos cosas al gran papa de los galdosianos, don Pedro Ortiz Armengol. Procedo —frotándome las manos de gusto— a responder, una por una, a todas tus consultas.
1) Augusta, la de Orozco, hija de Cisneros, y su «tragedia»: Augusta es la protagonista de La incógnita y de Realidad, dos novelas de Galdós menos conocidas pero magníficas también. Augusta Cisneros es una mujer moderna, casada con Tomás Orozco, un hombre de conducta intachable, correctísimo, pero terriblemente frío, al que ella admira, pero no ama. Augusta cae en los brazos de un joven de dudosa reputación, aunque tremendamente romántico, amigo de la familia, llamado Federico Vieira y se convierte en su amante. La «tragedia» a la que se alude en Torquemada es el suicidio de Vieira delante de la propia Augusta, en su «nidito» de amor, cuando esta pretendía convencerle de que aceptara una ayuda económica para paliar las deudas de juego en las que se había metido el joven. Un escandalazo. En cuanto al cariño intenso entre ella y Fidela, francamente, no creo que Galdós pensara en nada lésbico, era demasiado ingenuo para eso. Creo que ese énfasis en la intensidad del cariño es más bien una expresión de época, sin doble sentido. Se lo he comentado a otro galdosiano, Roger Utt, un joven hispanista yanqui que vive en Madrid, para ver saber cuál era su opinión (a don Pedro le horrorizaría la sola sugerencia de una cosa así) y coincide enteramente conmigo.
2. «El escándalo de las Guzmanas». Mi primera reacción fue creer que se trataba de una errata, Guzmanes, por Guzmanas, con lo cual, todo sería estupendo porque, que yo sepa, no hay más que una Guzmana, María, protagonista de una obra de teatro de Galdós, Mariucha, cuyo «escándalo» consistió en que, siendo de noble familia, malcasó con un carbonero para sobrevivir. Pero veo que me pones la página y no tengo más remedio que acudir a ella y compruebo, para mi desconcierto, que se trata de dos señoras llamadas Eloísa y María Juana. Ni idea. Llamo a todos los galdosianos: ni idea. Acudo al Ensayo de un censo de personajes galdosianos, del ineludible Federico Sainz de Robles: nada. Pregunto a don Pedro Ortiz Armengol: primero cae en la misma trampa que yo, le desengaño. Desconcierto. Nada. Pregunto a Roger, quien me dice que, en 1938, una señora con el sugestivo nombre de Katarina Hieronymus escribió una tesis doctoral en la Universidad de Colorado que es un censo exhaustivo de personajes galdosianos. Queda pendiente de resolución hasta que pueda ir a la Washington Irving a consultar la tesis, pues la tienen que pedir a Yanquilandia. Toda la comunidad galdosiana de Madrid y las redes norteamericanas te estamos agradecidos: ¡aún queda algo por investigar!
3) «Punto». ¡Palabra grandiosa!, inmensa, «enoorme», que diría el gran Flaubert. Procedo y aquí don Pedro Ortiz, especialista en Filipinas, me ha sido de suma utilidad. El punto proviene del lenguaje del juego de azar, es el falso jugador que se coloca para apostar «de mentirijillas» en la ruleta, etc.; en las subastas, al que iba en representación de otro se le llamaba «punto figurado» y, en la época colonial, cuando en una familia, alguno de los hijos no hacía nada de provecho, se intentaba colocarlo en las colonias, principalmente en Filipinas, y de ahí la expresión «punto filipino». Es sinónimo de persona no muy de fiar, algo sinvergüenza, que no sirve para gran cosa (también se dice de las mujeres de mala reputación «menudo punto, esa»). Y, por extensión, se dice de cualquier personaje famoso, pero en el sentido de estrafalario, singular, poco común. También como intermediario (me enviaron a un punto) y este sería el caso de la pág. 491, en los dos casos anteriores es la acepción de original, estrafalario (p.371) e inútil o perrazo o tipejo, una celebridad, sí, pero con connotaciones algo despectivas y peyorativas.
4) «Puñales», «ñales» es, ¡»parbleu!» o algo así (una expresión muy madrileña, muy castiza, muy popular, que denota una baja extracción social). No tiene nada que ver con puñeta.
5) Estoy investigando sobre «franchute». En Galdós, sin ir más lejos, en Fortunata y Jacinta, Parte IV, capítulo VI, 11, encontrarás «esta indecente francesota». Como está traducido, a ver qué dicen. Y en ídem, IV, cap.VI, 6. dicen también «francesilla asquerosa». Por otra parte, en los Episodios Nacionales«, concretamente en Cánovas, pág. 1.275 de la edición de Aguilar, Galdós dice: «Costal de paja para los franchutes». Ignoro si están traducidos al francés los Episodios.
Y según me han dicho, en el Quijote apócrifo de Avellaneda aparece «franchote» referido a francés. Busco, busco, pero no hallo, porque la cita no es muy precisa. Quizás debieras preguntar a Aline Schulman. To be continued.
Gracias por soplarme lo de Reinaldo Arenas, me lo compraré inmediatamente. Tengo la intención de ir a Arles hacia finales de enero y estar las tres semanas de rigor, como poco para terminar la traducción de Colette. ¡Y pienso pasarme por París, naturalmente!
Recibe y un fuerte abrazo intensamente galdosiano.