Enviado especial a casa: Oxígeno
«Los muertos son irreparables. Es dolorosamente obsceno que el Estado los asuma como estadísticas, que los anuncie como fenómeno meteorológico»
The Times anuncia que el Ejército Británico ha levantado un batallón de 20.000 militares para distribuir camiones de oxígeno entre los hospitales: “The Covid Support Force”.
Los políticos españoles se dan la razón entre sí, se sostienen en pie unos a otros y animan a resistir.
“Resistir” se ha convertido en un eufemismo útil para los negligentes.
En Madrid los médicos le dan la mano a los viejos agonizantes y claman por mascarillas, respiradores y medios materiales.
España es Madrid.
“¿Por qué no se cierra el mercado de valores en estos momentos?”,“¿Qué derecho asiste a especular en la hecatombe?”, pregunta un trabajador.
Los muertos son irreparables. Es dolorosamente obsceno que el Estado los asuma como estadísticas, que los anuncie como fenómeno meteorológico.
Mientras, miles de voluntarios se ofrecen para hacer mascarillas (de tela, con carpetas, desde sus casas), para atender a los vecinos, para proveer de acción y compromiso.
A los sanitarios, en algunos hospitales de Andalucía, les prohiben llevar Equipos de Protección Individual. “¿Qué me está usted contando?” La verdad.
Un alumno de Sexto de primaria, que cumple su primera semana sin pisar la calle, recibe los deberes del día en la tableta. Un ejercicio requiere documentación. “Ahora pasaremos a ver “Los Milagros de Jesús”, ya sabéis que Jesús iba predicando y haciendo milagros. Curaba enfermos, resucitaba muertos, expulsaba demonios y tenía poder sobre la propia naturaleza”. Vamos a hacer un trabajo de investigación sobre estos milagros, buscándolos en los evangelios y rellenando la tabla adjunta; en la próxima clase, hablaremos de algunos de ellos y su significado”. El alumno contesta en un cuaderno de anillas escribiendo sobre cuatro tipos de milagros: “Resurrecciones: Resurección de un joven al que iban a enterrar” (Lucas, 7, 11); “Curaciones: La mujer que toca el manto de Jesús y se cura” (Lucas, 8, 40-56); “Expulsiones de Demonios: Sana a un muchacho endemoniado” (Marcos, 9, 14-29)” y “Acciones sobre la Natualeza: Jesús Camina Sobre el Agua” (Mateo, 14, 22-33).
El alumno ya ha completado la tarea.
¿Y ahora, qué?