Messi es el psicólogo
«A veces la solución está en no tomarse a uno mismo tan en serio, salir del ensimismamiento e intentar hacer felices a los demás»
La entrevista de Jordi Évole a Leo Messi no logró sonsacarle ningún posicionamiento político ni preferencia por alguno de los candidatos a presidir el Barça, pero ofreció momentos de gran naturalidad que conectaron al nuevo Dios del fútbol con la mayoría de mortales… Messi afirmó con mucha sinceridad que «tendría que haber ido» al psicólogo pero que «le cuesta dar este paso».
Fue una afirmación tan valiente como humilde, y difícil de oír, por ejemplo, en boca de los políticos, cuyas respuestas -incluso las más banales sobre cantantes favoritos o aficiones- suelen estar fijadas de antemano, ya sea por la propia necesidad del candidato de gustar o por el afán de control de estos spin doctors que con su calculada previsión eliminan cualquier destello de espontaneidad.
Esta afirmación hecha por alguien como Leo Messi me parece de una gran valentía. Y demuestra una enorme normalidad. #MessiÉvole pic.twitter.com/WvQZZUNJuv
— Jordi Évole (@jordievole) December 27, 2020
Sin ánimo de caer en la antipolítica, la gracia de Messi es llegar a ser una persona de interés público por un talento incuestionable en lugar de serlo tras muchos cuchillazos por la espada, estrategias de partido, oportunismo político y elevadas dosis de cinismo. Su naturalidad se debe a algo tan poco sofisticado como es ser el mejor dando patadas a un balón. Y en la democracia del fútbol prima la meritocracia en vez de los dedazos o el seguidismo a la dirección. ¡La pelota no se mancha!, que decía Maradona.
Como Messi, creo que la mayoría de gente necesitaría ir alguna vez en su vida al psicólogo, pero también sé que es la afición favorita de narcisistas y artistas adolescentes a quien más que ir a terapia enviaría a colaborar con la Cruz Roja o a campos de trabajo forzado como cura infalible a su egocentrismo. Y es que a veces la solución está en no tomarse a uno mismo tan en serio, salir del ensimismamiento e intentar hacer felices a los demás. En definitiva, lo que hace Messi en el césped.