Indultos indigeribles
«Pedro Sánchez nos quitará pronto las mascarillas para que podamos tragarnos mejor los indultos»
Decía José Mourinho que en Barcelona hay “teatro del bueno”. No será el caso de la obra que interpretará hoy Pedro Sánchez en el Liceo barcelonés, donde usará como escudos humanos a unas asociaciones constitucionalistas a las que solo quiere como claque para compensar los indultos u otras aberraciones. A partir de mañana, sin duda, La Moncloa volverá a ignorarlas, porque Sánchez no viene a Cataluña a reforzar a los constitucionalistas, ni tan siquiera a protegerles ante una Generalitat hostil. Viene a exigir su silencio, a que se deje de visualizar la pluralidad de esta sociedad. La vicepresidenta Carmen Calvo no necesita subterfugios y lo espeta con meridiana claridad en sus ataques a la oposición: Cataluña son los políticos separatistas y punto. El ministro José Luis Ábalos llegó a comparar a Oriol Junqueras con Nelson Mandela. Todo muy decente. Puede imaginar el lector quiénes seremos los catalanes constitucionalistas para el actual gobierno de España.
Pedro Sánchez nos quitará pronto las mascarillas para que podamos tragarnos mejor los indultos. Sin embargo, la medida de gracia a aquellos sediciosos que prometen reincidir será indigerible. Recibirán el perdón sin haber mostrado una mínima contrición. Los indultos serán el antónimo de la concordia. De hecho, los mandelas ni se esperan a los indultos para chulear al Estado. Los condenados hace tiempo que se pasean por los medios de comunicación catalanes amenazando con repetir los hechos de octubre de 2017. El mandela en jefe, Oriol Junqueras, presumió ayer de triunfo con su indulto “porque demuestra las debilidades del Estado”. El mandela activista Jordi Cuixart también aprovechó el fin de semana para dejar las cosas claras: “el indulto será el preludio de la derrota que sufrirá España”. El mandela pancartero Quim Torra responde a la invitación de Sánchez y le conmina a encontrarse en el Consejo de Europa, “de igual a igual”. Los mandelitos se vienen arriba. Gracias, Pedro.
En este plan para debilitar al Estado y derrotar a España, Sánchez busca y encuentra el aplauso de los cazadores de fondos europeos. No hay más lógica en estos indultos que la ambición sin límite de este narciso. Podríamos decir que comete un error fatal, pero él sabe el problema que está gestando y le da igual. Será el siguiente gobierno el que tenga que lidiar con un independentismo reforzado ante una izquierda traicionera y un Estado en retirada. Pero antes, habrá más. Los indultos son solo una primera estación en este viacrucis. El PSC volverá a prometer un Estatuto de autonomía con artículos anticonstitucionales. Volverá a sacrificar los derechos y las libertades de los no nacionalistas. Volverá a prometer un referéndum. Volverá a legitimar ese discurso nacionalista. Lo volverá a hacer. Ho tornaran a fer, porque el gran problema de España es que no tiene una izquierda que la defienda.