La lectora de Wallapop
«240 libros son muchísimos. Yo leo por trabajo y por ocio y no sé cuántos leo; sé que ni por asomo me acerco a esa cifra. Siento envidia por los grandes lectores, los que leen de una sentada»
A veces compro libros en Wallapop. Es sorprendente la variedad que hay. Me da por buscar temas o autores al azar. Como llevo un tiempo investigando la vida de mi padre, que nació en Prusia Oriental, busco Prusia, por probar y con más curiosidad que esperanza. Para mi sorpresa, descubro cosas que desconocía. Por ejemplo, Dios duerme en Masuria (mi abuelo nació en Masuria), de Hans Hellmut Kirst. También hay gente que vende cascos militares prusianos. Ahora que Valerie Mréjen saca libro nuevo, busco a ver qué obras suyas hay. En Alovera, un pueblo de 12.000 habitantes de la provincia de Guadalajara, un hombre vende Eau savage, la novela de Mréjen sobre su padre. También vende una Playstation 3 por 80 euros y El mundo en nuestras manos. Así fuimos campeones, un libro del exportero de la selección española Pepe Reina.
Llevo tiempo queriendo leer las memorias de Ingmar Bergman. Así que escribo «Ingmar Bergman» en el buscador. Una tal María José G., en la zona norte de Madrid (entre Montecarmelo y Fuencarral) vende La buena voluntad, en la reedición de 2021 de la editorial Fulgencio Pimentel. Es la historia de la familia de Bergman. En la descripción, María José dice (y copio tal cual): «Autor Ingmar Bergman. Autobiográfico. Me gusta seguir leyendo en papel y algunas novenas actuales no está. En las bibliotecas. Por eso, los compro, leo y vendo». Es decir, las novedades literarias que no consigue en la biblioteca las compra, las lee y luego las vende. El resto de productos que ofrece son ropa (unas botas de ante, vestidos), una depiladora, muchos bolsos.
Recuerdo inmediatamente un artículo de Alberto Penadés de 2015 sobre los hábitos de lectura en España. Es un ejemplo de que la sociología también puede ser literatura. Penadés indaga en una encuesta del CIS sobre cómo leen los españoles. «De las 2477 personas entrevistadas, un 1,3% leen al menos un libro a la semana, algunas mucho más». Y a continuación, reconstruye los perfiles de las cinco personas que más leen. La que más se asemeja a María José, al menos en mi cabeza y en mi fantasía, es una mujer que lee 240 libros al año:
«Mujer de 50 años, vive en Torrejón de Ardoz (Madrid) Está casada, trabaja como «asistente administrativo especializado» en una organización sin fines de lucro. Es un trabajo estable (no cree probable que pueda perderlo) y le deja bastante tiempo libre, unas cinco horas al día entre semana. Tiene una diplomatura y un sueldo modesto (entre 600 y 900 euros). En casa juntan entre 2500 y 3000. Tiene una biblioteca amplia (más de 200, es lo que sabemos) pero ya no compra libros, al menos no lo hizo el pasado año. Acude a la biblioteca pública. En su casa nunca le leyeron libros, ni tampoco los comentaba con sus amigos, pero sí le hicieron leer en la escuela, y le animaron a hacerlo. A los 16 años su padre no vivía con ella o había fallecido, su madre no trabajaba. Es una mujer de centro, no es creyente, se siente tan madrileña como española, vota al PP, lee los periódicos, pero no a diario, cree que sus políticos son lo peor que le sucede a España, además de la crisis de valores y la corrupción; la crisis de valores es lo que más le preocupa, personalmente. Solo le gusta leer y la música, pero no la escucha, solo lee. Se siente completamente feliz (10/10). Los libros que más le gustan son las novelas históricas y las biografías».
240 libros son muchísimos. Yo leo por trabajo y por ocio y no sé cuántos leo; sé que ni por asomo me acerco a esa cifra. Siento envidia por los grandes lectores, los que leen de una sentada. No envidio su velocidad de lectura ni considero que leer más es leer mejor. Lo que envidio es su capacidad de concentración. Tengo un amigo que puede leer sin distraerse unas tres horas seguidas; cuando está absorto en una novela no te escucha cuando lo llamas, aunque estés sentado enfrente de él.
¿Qué es un gran lector? Según Penadés y el CIS, «quienes leen 50 libros o más en un año. Son poco más del 1%, leen una media de 92 libros al año, la mitad lee 80 o más. La mayoría (57%) de ellos tiene entre 35 y 55 años, y son más mujeres (55%) que hombres». Lo que más me sorprende de las viñetas sociológicas de Penadés es que los cinco perfiles son de renta relativamente modesta. «Aunque la lectura está muy condicionada por la renta -los más pobres son los que menos leen, y el efecto es muy fuerte- la super-lectura parece bastante independiente del dinero. Más de la mitad de los grandes lectores ganan menos de 1200 euros al mes, y los casos de ingresos muy bajos no son raros».
Mi plan para vacaciones es, como siempre, llevar en la maleta más libros de los que podré leer. Creo que tengo cerrada la lista: Los maia, de Eça de Queirós (porque me voy a Portugal), Papeles de familia, de Sarah Abrevaya Stein, y El gran sueño de China. Tecno-socialismo y capitalismo de Estado, de Claudio F. González. Pero quizá encuentre algo más en Wallapop.