Pedro, ese hombre
«Esperemos que no tengamos que sufrir una biografía épica con el fin de ver cómo se ensalzan las cualidades, méritos y aires de grandeza de Pedro, ese hombre»
No sé si recordarán que, allá por el 2012, antes de las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, Barack Obama sorprendió a los norteamericanos con una documental llamado The road we’ve traveled (El camino que hemos recorrido), dedicado a glosar de hollywoodienses maneras sus primeros cuatro años en la Casa Blanca y en el que contó con la participación de miembros del Gobierno, asesores y figuras de la política norteamericana y que estuvo dirigida por el oscarizado D. Guggenheim. El objetivo era evidente, lanzar su campaña a la reelección, cosa que –por cierto– consiguió.
Y aunque algunos expertos de comunicación política apuntan que estos documentales son la nueva tendencia en marketing político, la verdad es que ya hasta Bill Clinton o George Bush contaron con su propio biopic electoral y ambos fueron utilizados como arietes de campaña.
Incluso nuestro dictador doméstico, Francisco Franco, encargó a su director cinematográfico de cabecera, José Luis Sáenz de Heredia, su propio documental que llevó por título Franco, ese hombre, una producción a cargo de los presupuestos del Estado realizada con motivo del 25 aniversario del final de la Guerra Civil.
Seguramente Pedro Sánchez se ha preguntado: «¿Cómo me pueden comprender mejor mis ciudadanos?, ¿cómo pueden entender mejor mis tomas de decisiones?, ¿cómo pueden conocer mejor mi relación con mi socio de Gobierno?» Y la respuesta la ha tenido clara, «con mi propia docuserie», un formato realmente cómodo para Sánchez, ya que controlará de forma absoluta guion, actores, efectos especiales y hasta la banda sonora. Y por supuesto, será estrenado poco antes de 2023.
Pero, ¿cómo será la docuserie del actor Sánchez? ¿Será tipo Juegos de Tronos, donde veremos cómo es la relación con su socio de Gobierno, Unidas Podemos, y cómo se tiran los cuchillos por la espalda, o tipo House of Cards, donde veremos a un Pedro Sánchez sin escrúpulos, que sabemos que no los tiene, por todas las decisiones que ha tomado en estos tres años de Gobierno? ¿O será como la serie El lado oeste de Casa Blanca, para mostrar que es un presidente chachi, es colega de sus ministros, asesores y funcionarios de La Moncloa? Me inclino por la última porque Pedro Sánchez es chachi y él lo vale.
Está claro que los documentales biográficos tienen como objetivo acercar al actor principal, en este caso a Pedro Sánchez, a su electorado más indeciso. Y ello, mostrando su faceta más humana en su día a día en La Moncloa y su lado más personal y familiar, con una narrativa que apele a las emociones, porque el equipo de Pedro Sánchez es consciente de dos asuntos: el primero, que la mayoría de los votos no se adquieren por la razón sino por la emoción, y el segundo, que las emociones generan un vínculo afectivo que hace que lo sientas como algo propio y necesites ser parte del proyecto Sánchez.
Pedro Sánchez, tiene un gran reto, que es seducir y convencer a su electorado indeciso y no solo se consigue mostrando su «yo» profesional y personal, sino que debe de construir un relato afectivo que vaya acorde a su personaje como presidente de un Gobierno, como líder de un partido y de una institución que es La Moncloa y como padre de familia. Tres pilares que deben de estar conectados con diferentes tramas y emociones para conectar con los ciudadanos y así conquistar a su electorado para que le voten.
La escritora Maya Angelou decía esta frase como clave para permanecer en la memoria y que nunca te olviden, «las personas olvidarán lo que dijiste, olvidarán lo que hiciste, pero nunca olvidarán lo que le hiciste sentir», y este es el objetivo de la emisión de la docuserie de Pedro Sánchez antes de las elecciones generales del 23, que no olviden los ciudadanos españoles lo que les ha hecho sentir en esta legislatura tan corta para unos y larga para el resto de los mortales. Esperemos que, al menos, no tengamos que sufrir una biografía épica con el fin de ver cómo se ensalzan las cualidades, méritos y aires de grandeza de Pedro, ese hombre.