Eva Perón, la dama de hierro argentina

Eva María Duarte, más conocida como Eva Perón o Evita, nació en 1919 en la ciudad de Junín, tenía cuatro hermanos mayores, Blanca, Elisa, Juan Ramón y Erminda Luján. Su madre procedía de estratos humildes mientras que su padre, Juan Duarte, fue un importante político. Tras la muerte de Juan en 1926, tuvieron que dejar la residencia familiar y trasladarse a la localidad de Los Toldos, donde Evita entablaría relación con los indígenas mapuches ya que solía jugar con ellos en su infancia.

Cuando la economía familiar mejoró se trasladaron a Junín donde Eva empezaría a mostrar sus dotes artísticas a través de la oratoria y la actuación en obras de teatro. Cuando acabó los estudios se trasladó a Buenos Aires con 15 años, viviendo a duras penas con el dinero que ganaba con las actuaciones hasta que fue ganando reconocimiento y consiguiendo diferentes papeles como actriz secundaria en películas y el radioteatro.

Para el año 1944, Eva conocería a su futuro marido, Juan Domingo Perón. Una vez que Perón alcanzó la presidencia de Argentina en 1946, Eva se encargó de desarrollar una presencia política femenina muy importante nunca vista. Puso temas sobre la mesa muy progresistas para la época como los derechos y el sufragio femeninos, algunos investigadores defienden que fue gracias a ella por el que se consiguió en 1947. Sin embargo, pese a la popularidad de las políticas de Eva, tenía una fuerte oposición interna por parte de los sectores más conservadores y aristocráticos de Argentina.

En 1947, Evita realizaría una gira por Europa y parte de Hispanoamérica, utilizando su oratoria y su elegancia para desempeñar un papel de embajadora. Eva también visitó nuestro país, además de tratados comerciales y económicos, la visita fue utilizada tanto por España como por Argentina con fines propagandísticos.

Fue muy crítica con aquellos gobiernos que no se preocuparan por las clases trabajadoras y los derechos de la mujer, de hecho, en el año 1949 Evita fundaría el Partido Peronista Femenino, aunque todos los avances de los derechos de las mujeres fueron enterrados con el golpe militar de 1955 de la “Revolución Libertadora”.

Tampoco se olvidaría de los llamados “descamisados”, nombre con el que se conocían a las masas de trabajadores argentinos y que ofrecían un apoyo incondicional hacia su figura, gran parte de estos obreros procedentes de los estratos humildes de la sociedad se enrolaron en el CGT (Confederación General del Trabajo), un sindicato de los años 30 de carácter socialista que el peronismo transformó como sindicato propio del régimen. La popularidad y el reconocimiento fue tal, que en 1951 presentó su candidatura como vicepresidenta, aunque finalmente no lograría alcanzar el puesto.

Durante el año 1948 crearía la Fundación Eva Perón, organización que agrupaba a todo tipo de personas y desarrollaba una política social enorme ayudando a los más desprotegidos y vulnerables de la sociedad, además fomentó la construcción de hospitales, hogares, escuelas…

Finalmente, tras una dura batalla con un cáncer de útero, Evita fallecería el 26 de julio de 1952 con 33 años. Su velatorio duró varios días y el cuerpo fue embalsamado por el médico zaragozano Pedro de Ara. De manera póstuma la historiografía ha trabajado enormemente sobre su figura, se han realizado películas, canciones y homenajes públicos.