¡Oh, la realidad con lentes distintas!
«Con las lentes prescritas por Pedro Sánchez no hay paro ni subida de la luz. Con ellas nada puede ir mal. O nada, al menos, se verá mal»
Siguiendo la recomendación del presidente del Gobierno, uno puede probar a asomarse al dato del desempleo «con lentes distintas». Y efectivamente, con lentes distintas, no hay paro. Esto Pedro Sánchez ya lo explicó una vez: descontando la inflación, no había subido el precio de la luz. Entonces no le entendimos bien. Pero ahora, mirando con lentes distintas, se entiende con claridad: descontando el dato del aumento de paro, no ha habido incremento del desempleo. Son magníficas noticias: ni paro ni subida de la luz.
Ya puestos, con estas lentes distintas, las cosas mejoran muy rápido. En España se cumple la ley, como le han recordado a Ayuso tras su reacción populista del «Madrid no se apaga». Y también se lo han recordado al PNV. Bueno, a simple vista podría parecer que al PNV no le han dicho nada, incurriendo desahogadamente en una doble vara, pero hay que verlo con estas lentes y entonces sí. Y la ley se cumple sin haber cedido ante Esquerra para sortear la sentencia del 25% de clases en castellano. No hay estados de alarma inconstitucionales; no se cierra inconstitucionalmente el Congreso; y por tanto no ha habido indultos para los indepes del golpe de 2017 o para las hermana-yo-sí-te-creo… y tampoco los habrá para los ERES. En efecto, en España la ley se cumple… si te pones estas lentes prescritas por Pedro Sánchez, es un paraíso del cumplimiento de la ley.
Con estas lentes distintas, nadie sale a blanquear la sentencia de los ERE justificando la prevaricación y malversación porque «no se han llevado ni un solo euro».
Lo que sí hacen, se ve con estas lentes, es afearle al alcalde socialista de Vigo la mala broma de vender como ahorro que sus 14 millones de bombillas de la iluminación navideña van a estar encendidas cinco horas en lugar de seis.
Una vez que te pones esas lentes distintas recomendadas por el presidente, ves que los servicios de inteligencia siguen operando con normalidad en Euskadi, donde es evidente que el huevo de la serpiente no ha dejado de incubarse, y en Cataluña, donde ya se calienta la Diada 2022 con los mismos mensajes procesistas. La directora del CNI –que sigue siendo Paz Esteban, sin haber entregado su cabeza a los socios indepes– controla las tensiones nacionalistas contra el Estado como cualquier servicio de inteligencia.
«Con estas lentes, el comité de expertos de la pandemia está conformado por expertos verdaderos y todos los cuerpos son normativos. No hay que preocuparse de la obesidad»
Estas lentes, claro está, permiten ver que el Gobierno antepone los intereses generales a la alianza estratégica con Esquerra y Bildu en la mayoría pactada con Podemos.
Con estas lentes, el comité de expertos de la pandemia está conformado por expertos verdaderos cuyas indicaciones van determinando la estrategia contra el Covid que aún tendrá nuevas olas. Eso genera mucha tranquilidad. Es la ventaja de estas lentes.
Y hay más: todos los cuerpos son normativos. No hay que preocuparse de la obesidad.
Basta ponerse las lentes distintas y ya se ve que Zarzuela actúa para asegurar la vitalidad de la institución sin la presión constante de Moncloa contra el regreso del Rey Juan Carlos, al que realmente querrían ver morir en lo que llaman exilio, y empieza a ser un verdadero exilio.
La Transparencia no es un problema si se mira con estas lentes. El Gobierno no ha infringido más de 1.000 veces la ley de transparencia. Efectivamente, como dice Pedro Sánchez, hay que mirar las cosas con lentes distintas, y entonces, del mismo modo que no hay paro, tampoco hay puertas giratorias. Y por supuesto no acaba el del hipódromo de la Zarzuela en Moncloa, el de Moncloa en el PSOE, y la del PSOE dirigiendo el hipódromo de la Zarzuela. Es sólo meritocracia.
«Con las lentes adecuadas, el pasado no es el que es, sino el que quieres ver, como el futuro también se puede ajustar»
Con estas lentes sanchistas, va de suyo, el Fiscal General del Estado es un fiscal de máximo prestigio, promovido por los fiscales, para dar credibilidad a la Fiscalía en un país donde el presidente del Gobierno no vacila diciendo «¿La Fiscalía de quién depende? ¿Eh? ¿De quién depende? Pues ya está». Este es un buen país, se ve con estas lentes, en el que no podría ocurrir que una exministra ocupe la Fiscalía General tras ir en las listas electorales y después su nº2, su alter ego, prolongue el statu quo. En ese país, el Gobierno no usaría dos Falcon para acercarse a festejar como fiscal general a uno de los nuestros.
Estas lentes son magníficas, sin duda, para mirar atrás y para mirar adelante. Si miras atrás, la memoria no es un arma arrojadiza, un instrumento para los ajustes de cuentas. No con estas lentes. Al revés, el franquismo es el periodo de 1936 a 1975, una larga dictadura que hubo que superar, y ETA es una banda terrorista que actuó durante medio siglo entre 1961 y 2011 con un proyecto etnicista. Con las lentes adecuadas, el pasado no es el que es, sino el que quieres ver, como el futuro también se puede ajustar, de modo que los indicadores económicos vayan en función de intereses electorales y el vértigo de las encuestas.
Sánchez tiene razón. Hay que ver el paro con lentes distintas. Y todo lo demás también. Entonces todo va bien realmente.
Y ya puede uno irse de vacaciones de verano con tranquilidad. Llevando las lentes de Sánchez, nada puede ir mal. O nada, al menos, se verá mal.