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La espada de Simón Bolívar

«La reliquia bolivariana es hoy el símbolo de las ideas del neocomunismo que se extiende por América y del rechazo a la obra de España en aquel continente»

Opinión

El rey Felipe VI permanece sentado al paso de la espada de Bolívar durante la toma de posesión de Gustavo Petro como presidente de Colombia. | Redes Sociales

  • Esperanza Aguirre y Gil de Biedma (3 de enero de 1952, Madrid) es una jurista y política española. Exministra de Educación, ex presidenta del Senado y expresidenta de la Comunidad de Madrid (2003-2012)

En el Parque del Oeste de Madrid, en un emplazamiento especialmente digno y visible, se eleva una monumental estatua ecuestre de Simón Bolívar, en bronce sobre una base de granito y piedra blanca. El monumento mide casi ocho metros de alto y en la inscripción se puede leer: «Simón Bolívar, Libertador de Colombia, Venezuela, Panamá, Ecuador, Perú, Bolivia, 1783-1830». Por cierto, la figura de Bolívar no lleva ninguna espada, sino la mano derecha extendida y abierta.

Erigir este espectacular monumento fue iniciativa del Ayuntamiento de Madrid, se inauguró oficialmente en 1970, en pleno franquismo, de una manera muy solemne, con un desfile militar de tropas de los países citados y asistencia de sus embajadores. Aunque no estuvo Franco, sí estuvieron, vestidos de chaqué el presidente de las Cortes y el ministro de Asuntos Exteriores. Recuerdo esto para que se entere el ministro Bolaños y piense si debe ser derribado, como parece que está pensando hacer con el Valle de los Caídos, en aplicación de esa siniestra Ley de Memoria Democrática.

Este monumento, por si hubiera alguna duda, es la demostración de que España y sus instituciones políticas, desde que reconocieron la independencia de los países de la América Hispana, a principios del siglo XIX, hace ya doscientos años, no sólo no han tenido reparos en honrar a los protagonistas de las guerras que allí se libraron, por muy traidores que fueran a España, y que terminaron con la derrota de los españoles, sino que, como en este caso, les han dedicado monumentos especialmente señalados. Además, en algunas casas de calles de Madrid también se pueden encontrar, desde hace muchísimos años, placas conmemorativas del paso de Bolívar por la capital de España, donde vivió apenas dos años y donde se casó.

Ni soy historiadora ni pretendo opinar sobre su biografía y su trayectoria militar, política y humana. Como pasa con todos los personajes históricos y, en general, con todas las personas, en Bolívar seguro que podemos encontrar luces y sombras, pero el juicio sobre lo que hizo a lo largo de su vida es lo de menos cuando todas esas repúblicas americanas que figuran en la base del monumento lo consideran su libertador y, por lo mismo, una especie de padre de sus patrias.

Por todo lo que nos une a los ciudadanos de esos países, que son hermanos nuestros en razón de la sangre, de la lengua y de la cultura que compartimos, Bolívar para nosotros, los españoles, es también una figura histórica que respetamos.

«Los militantes del M-19, como Petro, a lo largo de los 21 años de su historia llevaron a cabo numerosas acciones violentas»

El pasado domingo, en Bogotá, ha tenido lugar el acto de toma de posesión como presidente de la República de Colombia, de Gustavo Petro. Lo primero que se dice siempre de él es que fue miembro del Movimiento 19 de abril, el M-19, desde 1977, cuando Petro tenía 17 años, hasta que este grupo terrorista de inspiración marxista se disolvió en 1990.

Los militantes armados del M-19, como Petro, a lo largo de los 21 años de su historia llevaron a cabo numerosísimas acciones violentas. La más famosa fue la toma y posterior incendio del Palacio de Justicia de Bogotá en 1985, acción en la que desaparecieron, entre otros, todos los expedientes judiciales referidos a Pablo Escobar, que, desde su jefatura absoluta del cártel de Medellín, se había convertido en el capo máximo de la droga, a nivel mundial. Aquel terrible atentado dejó 98 muertos, entre ellos 11 magistrados, y muchos desaparecidos.

Sin embargo, la acción más simbólica del M-19 fue el robo en 1974 de la espada de Simón Bolívar, que estaba guardada en un museo colombiano. La historia de ese robo y de los posteriores avatares de esa espada ha dado lugar, como cualquiera puede comprobar con una rápida mirada a las páginas de internet, a multitud de leyendas y de episodios rocambolescos. Porque no se sabe a ciencia cierta dónde y cómo estuvo todo ese tiempo, hay incluso una versión que afirma que los del M-19 se la dejaron a Pablo Escobar para que se la guardara y fue él el que se la devolvió en 1990, en vísperas de su declaración de disolución.

Lo que sí parece evidente es que, para los ex terroristas del M-19, entre los que se encuentra el nuevo presidente, esa espada, que devolvieron, como símbolo de su abandono de la lucha armada, en 1991, está llena de significados. Tanto que Petro ha querido que, en su toma de posesión como Jefe de Estado, el momento cumbre estuviera protagonizado por esa espada, que apareció de improviso en la escena del acto.

«¿Qué significado guarda la espada para Petro?, ¿ha querido decir que aquellos actos de terror sirvieron para algo bueno?»

Pero, ¿cuáles son esos significados que guarda la espada para Petro y sus compañeros del M-19?, ¿ha querido decir que aquellos actos de terror sirvieron para algo bueno?, ¿que la ideología que les llevó a hacer lo que hicieron sigue estando vigente?, ¿que está orgulloso de lo que hizo entonces?

Da toda la impresión de que la respuesta es sí. Sobre todo, cuando contemplas el entusiasmo emocionado con que han reaccionado al golpe de efecto de Petro todos los neocomunistas bolivarianos, entre los que ocupan un lugar destacado los españoles de Podemos y no sé si todos los socialistas, pero, desde luego, Zapatero, que está apoyando las políticas que en América están condenando a la miseria a países enteros.

La reliquia bolivariana es hoy el símbolo de las ideas del neocomunismo que se extiende por América y, también, por España. Una de las cuales, y muy importante, es el rechazo radical de la obra de España en todo aquel continente. Por eso, la actitud de nuestro Rey Felipe VI, permaneciendo sentado en un respetuoso silencio, es, sin duda, la respuesta que se merecía esa exhibición del propósito de Petro de enlazar su futura acción de gobierno con lo que él y sus compañeros hicieron en su momento.

El presidente de Argentina también se quedó sentado junto al Rey ante la espada de BolívarEl presidente de Argentina también se quedó sentado junto al Rey ante la espada de Bolívar
15 comentarios
  1. Pasmao

    Sobre lo del Palacio de Justicia y su el asalto por el M19.

    Digamos que es lo mas parecido que ha habido allí a nuestro 11M de aquí. Es decir la verdad judicial y lo que pasó se parecen cómo un huevo a una castaña-

    Obviamete estuvo implicado el M19, que asesinaron a inocentes. Pero no sólo estuvo implicado el M-19 y otros inocentes también murieron asesinados, y no por el M-19.

    Y si se quemaron expedientes judiciales, sobre todo de extraditables, no fue sólo por afán del M-19. Y si no se ha querido investigar a fondo que es lo que pasó allí con esos asesinados cuyo asesino no fue el M-19 y de esos otrs expedientes desaparecidos, fuer por algo.

    De las relaciones de las FFAA colombianas con grupos ligados al paramilitarismo, con todolo que conlleva, hay datos desde por lo menos los años 70, aunque después la cosa fuera a mas.

    Y respecto el terrorismo de «izquierdas» , para el personal que no sabe mucho y que se quiere hacer una idea, FARC y ELN eran/son grupso terroristas rurales y los del M19 eran urbanos, con mucho niño mal de casa bien ahí metido. Y los anteriores los miraban por encima del hombro. Como a unos pijos sobrevenidos. No digo que fueran unos angelitos. Pero el tipo de juego era muy diferente. Por eso Petro es ahora presidente.

    Y por cierto, Presidente con el apoyo (atmbién) de grupos como las Autodefensas Gaitanistas/Clan del golfo, que de narcoterroristas de izquierdas tienen muy poco. Para acarla de liar.

    Muchas veces las cosas no son lo que parecen, y en Colombia aún menos. Duden de los relatos lineales.

  2. Pasmao

    Sobre la historia de Bolivar:

    1/Les aconsejo buscar que opinaba un tal Marx (el tal Karl) sobre Bolivar. Busquen en Google y se sorprenderán.

    Conviene recordar que fueron casi cohetaneos. Marx (el tal Karl) de una generación posterior. O sea que información reciente no adueltarada tendría. Y las opiniomes de Marxs al respecto no creo que sean muy del gusto de Petro, de Iglesias, y de la izquierda «Latinoamerica» (supongo que entre ellos hablan todos en latín, algo lógico sabiendo la influencia que tuvo la Teología de la Liberación en ellos).

    No se cómo cabalgarán esa contradicción, la de que uno de los padres de la ausa abominara de esa manera del otro. Pero con los intelectuales cualquier cosa es posible.

    2/ Busquen también acerca de «JOSÉ RAFAEL SAÑUDO TORRES», colombiano de Pasto, Nariño, de finales del XIX y principios del XX, que escribió un libro «Estudios sobre la vida de Bolivar», donde el procer tampoco sale muy bien parado.

    3/ Lean un libro llamado «La carroza de Bolivar» de Evelio Rosero. Lo primero porque está muy bien escrito y es muy divertido, lo segundo porque aprenderán ucho sobre Bolivar y de esa izquierda colombiano petrista que tanto ha medrado en las universidades «latinas».

    Por cierto, su autor no es prcisamente de derechas, y ese libro le ha costado el ser repudiado por establishment cultureta bolivariano.

  3. Keunner

    Los pobladores del continente ¿pidieron a España que fuera a imponerles sus leyes, sus costumbres y su lengua? Se responde con un sí o con un no.

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