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El «no es sí» de Feijóo

«Feijóo acierta con su ‘no es sí’. Es inevitable hoy que Sánchez gobierne con esos socios y esas formas que muestra la portavoz»

Opinión

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. | Europa Press

  • Madrid, 1967. He sido columnista en Libertad Digital, Vozpópuli y El Español. Ahora escribo en La Razón y THE OBJECTIVE y hablo en Herrera en Cope. Soy profesor titular de Historia del Pensamiento en la UCM. Tengo unos cuantos libros de historia y política.

Escuchar a la portavoz del Gobierno es como meterse en lo peor de Twitter. Insultos, mentiras, contradicciones y doble vara de medir. Quizá sea el nuevo estilo para conectar con la izquierda o desviar el foco de atención. No obstante, no carguemos las tintas contra la portavoz porque Isabel Rodríguez solo cumple órdenes

Los cabeza de huevo de Moncloa han pensado que la mejor manera de evitar la marcha de votos del PSOE al PP es cambiar la imagen moderada de Alberto Núñez Feijóo. Si el votante socialdemócrata harto de Sánchez ve al gallego como un tecnócrata sencillo, de reflexión y voz templada, los socialistas hablan de él como si fuera un agitador descerebrado. Si Feijóo es visto como un hombre de gobierno, el sanchista dice que el PP está echado al monte junto a Vox, y que carece de sentido de Estado

Si Sánchez quiere ahora, tras las pifias con Marruecos, Argelia y Ucrania, y el inolvidable correpasillos con Biden, presentarse como un «actor global», Feijóo resulta ser un «amigo de Putin» porque se opone al decreto energético del Gobierno tal y como está redactado. 

Esto lo acompañan con una serie de insultos, como «negacionista», «obstruccionista» y «frívolo», y demagogia de la barata. «Si por Feijóo fuera, ni beca ni abono gratuito», porque, como todo el mundo sabe, el líder del PP es el enemigo del pueblo. 

En su paroxismo, la portavoz del Gobierno dice que Feijóo debería ir a una estación de Cercanías a decirle a la gente que pague el billete de su bolsillo. Imagino que será a diferencia de Sánchez, que desde el Falcon o el Puma se solidariza con el currante que coge el metro o el bus

Hete aquí que PNV, Bildu y ERC han dicho que no van a votar el decreto por la misma razón que el PP: el Gobierno no ha hablado con ellos. Sin embargo, la portavoz ha tenido para esos tres grupos nacionalistas un tono mendicante, suplicando unos votos a cambio de lo que quieran. Lo que haga falta, claro. Todo por el pueblo, para el pueblo y con Sánchez, que viene a ser lo mismo.  

La cosa no deja de tener gracia, no solo porque es un decreto ómnibus, de esos que contemplan muchas cosas distintas, aunque chapucero. A ver, ¿qué relación hay entre las becas escolares con apagar los escaparates a las 22 horas? Es el típico chantaje emocional, un recurso cutre de comunicación que sirve para criticar a quien se niegue a votar el decreto.  

«Feijóo no ha dicho ‘no es no’, sino que se modifique el decreto en aquellas partes que cree mejorables»

Pero hay otro tema por lo que el asunto resulta gracioso, y es que Feijóo no ha dicho «no es no», sino que se modifique el decreto en aquellas partes que cree mejorables. Esto hubiera sido posible si se hubiera tramitado como proyecto de ley, con lo que se hubiera discutido y cambiado por partes, o no, y habríamos contado con todas las opiniones del Congreso.

Feijóo no es Sánchez. No ha dicho al Presidente del Gobierno aquello de «No es no. ¿Qué parte del «no» no entiende?». Tampoco el gallego ha promovido un recurso conjunto de todas las comunidades autónomas contra el decretazo. Simplemente ha dicho «no es sí»; es decir, sí al fondo y a algunas medidas, pero no a un todo inalterable y a la forma. 

El fondo del asunto no tiene nada que ver con la emergencia del cambio climático, sino con cómo se entiende la democracia en momentos de crisis global. Si el problema es energético y la estrategia debe ser urgente y general, lo democrático es hablar con todos los sectores implicados, las autonomías y el partido de la oposición. Eso es hacer una política de Estado, no de Gobierno.

La democracia y el sanchismo tienen una convivencia difícil, pero siempre se guarda la esperanza de que en el último momento el PSOE entienda el mecanismo. Pues no hay manera, y mira que es sencillo de entender. El gobernar por decretos chapuceros es propio de regímenes autoritarios, no de democracias. Creo que también es fácil de comprender que la apelación a las emociones para la aprobación de una medida técnica dudosa es una estafa. 

Feijóo acierta con su «no es sí». Es inevitable hoy que Sánchez gobierne con esos socios y esas formas que muestra la portavoz. Mientras sea así habrá que lidiar como se pueda para beneficiar a los españoles, aceptando unas medidas y rechazando otras, asumiendo que el Presidente tiene la costumbre autoritaria de gobernar por decreto y luego exigir la aceptación de todos. Es acertado, digo, porque la sumisión ciega al motor del caos no parece una buena solución.

43 comentarios
  1. jaime5

    Me gusta su análisis, pero para el votante de derechas, si no quieren volver a la frustación del rajoyismo, en la que yo caí, y que por cierto, al ínclito le sirvió de poco, vease la despedida del bolso y las copas para pasar el «trago» de la moción de censura, insisto, al votante de derechas le interesa que Vox, como mínimo esté en los 50 escaños y luego Feijoo decidirá , si pacta con VOX y se enfrentan de verdad los problemas , o pacta con PSOE , lo que no sería un tiro en el pie, sino un autentico cañonazo, pero creo que es muy capaz, porque piensa que el cañonazo solo afectaría a ese aprox 20-30 % de gente genuinamente de derechas .

    Si perteneces a ese 20-30% , y crees en el trabajo, el esfuerzo, la eficiencia en la gestión pública, la Constitución, la igualdad ante la ley, las políticas realistas, no utópicas,… sin duda hay que votar a VOX. Será muy duro porque todos los que viven del sistema saldrán a la calle y no como en las manifestaciones pro vida,…, la incendiaran.

  2. GuillermoPF

    Feijóo por convinción y por estragia sabe que su caladero de votos está en el centro y en la moderación porque es donde voto que gana es uno que pierde el psoe. Y , despues , por efecto del voto útil quitar votos a Vox , tal como ha hecho Moreno Bonilla en Andalucía. Si copia a Ayuso puede que quite votos a Vox pero no conseguiría ni un solo voto más en Cataluña , País Vasco , Asturias , Castilla la Mancha o Extremadura. Feijóo tiene convicciones de persona sensata y nunca será un político » tiffosi » para atraer votos de Vox.

  3. Boswell

    La «carrera internacional» de Sánchez será por la Hispanoamércia comunista, que creo que es casi toda ya, a este paso. de la oca comunista. Literalmente, narcoestados, como en El Salvador (esto lo sé porque lo leí esta mañana, conste. Ni sé muy bien dónde está El Salvador, creo que entre Chile y Argentina…, creo).

    Acabará Sánchez con una mina de oro en Venezuela como su amigo y colega Zapatero?

    Éstos, que no tenían dónde caerse muertos, van acabar millonarios, como FG, Bono, Solchaga….

    Detrás de una gran fortuna siempre hay un crimen, que dijo Balzac….

    Salvo que seas Amancio Ortega o Elon Musk, por ejemplo.

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