MyTO

Escuela de cretinismo

«Esas mujeres y hombres anónimos que comparecen en pantalla para reiterar las obviedades que dice el locutor tienen un colosal aspecto de cretinos»

Opinión

Bañistas abandonan la Playa de la Malvarrosa. | Europa Press

  • Nacido en Barcelona en 1956, escribe artículos para la prensa y ficciones. Su último libro publicado es la novela ‘Pronto seremos felices’.

Viendo los informativos de las televisiones se observa, de unos años a esta parte, la alarmante tendencia, sobre todo en los reportajes de tipo sociológico, en asuntos como las temperaturas veraniegas, el principio de la temporada de rebajas o las fiestas populares, a incluir breve ‘cortes’ en los que unos ciudadanos anónimos elegidos al azar, interpelados por una ‘unidad móvil’ de la cadena, reiteran, la mar de ufanos, lo que la voz en off acaba de explicar.

Así, por ejemplo, cuando empieza el veraneo, o llegan los llamados «puentes»: vemos una caravana de automóviles mientras el locutor en off explica cuántos vehículos se desplazan, si habrá o no retenciones en las autopistas, y que muchas familias se van a las poblaciones costeras, mientras otras prefieren el campo.

Invariablemente, entonces se da paso a unos cuantos sujetos anónimos que dicen:

-A la playa, que ya teníamos ganas.

-Nosotros, al campo, como cada año.

-A la playa –dice otro-, ¡que ya tocaba!

-Al pueblo –dice un cuarto sujeto.

¿Y qué hace en la playa la inmensa mayoría de los españoles?, se pregunta en off el locutor, mientras se nos muestran planos generales de playas llenas de bañistas y sombrillas. Y a renglón seguido, él mismo responde: bañarse y broncearse.

Información ipso facto confirmada por las declaraciones sucesivas de unos cuantos hombres y mujeres en bañador, que dicen:

-¡Tomar el sol!

-Tomamos el sol y nos damos un bañito –dice otro, risueño.

-Bañarnos y ponernos un poquito morenos –dice una señora, encantada de que le pregunten.

«Viéndolos recitar sus banales verdades tan ufanos, se lleva uno la impresión aciaga de que el pueblo español es subnormal»

Cuando suben las temperaturas, el locutor da a los espectadores unas recomendaciones sensatas y perogrullescas: andar por la acera de la sombra, beber mucha agua para evitar la deshidratación, llevar la cabeza cubierta, usar el abanico. Inmediatamente da paso a los testimonios del pueblo llano, que cuenta los remedios que usa contra el calor:

-Agua, beber mucha agua –dice un hombre con sonrisa lela.

-Yo, el abanico –dice una mujer que, en efecto, sacude su abanico, muy contenta.

-Yo procuro andar siempre por la sombra, que es más fresquita.

Etcétera, etcétera. A mí esta llaneza me consterna, y creo que no soy el único.

Entendemos que, después de dar las noticias horribles de cada día sobre guerras, pobreza, muertes y catástrofes, el diario quiera ofrecer también una nota simpática, popular y democrática, cierto sentido de comunidad, un paisaje humano pacífico.

Pero el resultado es desmoralizador. Esas mujeres y hombres anónimos y campechanos que comparecen en pantalla para reiterar las obviedades que acaba de decir el locutor (cuando llueve es mejor ponerse a cubierto o bien llevar paraguas, etc.), tienen, de forma invariable y demostrada por la estadística, un colosal aspecto de cretinos, y son feísimos. Viéndolos recitar sus banales verdades tan ufanos, se lleva uno la impresión aciaga de que el pueblo español es subnormal.

No queremos poner punto final a esta denuncia sin señalar que el tiempo del boletín de noticias que así se pierde podría usarse de forma mucho más provechosa para dar alguna otra noticia de interés mayor, sobre cosas que pasan, por ejemplo, en el extranjero; ni sin sugerir a las cadenas de televisión que, en el caso de que se vean obligadas, por algún motivo que se nos escapa, a mostrar a toda esa gente tan reiterativa y bobalicona diciendo si prefieren la cerveza o la horchata, no hacerlo con imágenes a todo color, sino en blanco y negro, que estiliza mucho y es más elegante.

9 comentarios
  1. Druida

    Creo que hay una cosa que quisiera compartir y que me parece muy profunda al respecto de lo que se cuenta, que es el mostrar todos los años las mismas imágenes y entrevistas a gente normal y corriente en las vacaciones de verano. No es un comentario perfecto ni completo, pero al menos si que daría que pensar.

    Desde mi punto de vista, estas imágenes forman parte de una tradición estacional de momentos cotidianos de la vida en España que deben ser emitidos en televisión. No sé por qué, pero esa tradición se remonta a lo que el NO-DO, sobre todo durante la década de los 60 y en plena dictadura de Franco, mostraba a la hora de presumir de lo bien que vivimos con el turismo de sol y playa, las navidades y todo evento especial en la vida de cada español que hay cada año.

    Lo que quiero decir es que, desde hace sesenta años, hay una serie de imágenes grabadas en el inconsciente colectivo que deben seguir emitiéndose y da igual que haya cosas más graves en el mundo. Lo importante, desde el punto de vista de los dirigentes políticos que ejercen un control, directo o indirecto, de los medios de comunicación de masas, es que se siga mostrando que en España siga habiendo: regalos de reyes, rebajas, temperaturas bajas, atascos en la nacional, verano, sol, calor, playa, campo, señores y señoras mayores riéndose, niños ilusionados y atractivos cuerpos femeninos y masculinos (en nuestra década actual decorados con tatuajes por doquier).

    Ahora bien, el idiotismo se genera a partir de cómo el montaje televisado muestra a esta gente que da esa imagen que trata el señor Vidal-Folch y, en cuyo extremo más sucio y repugnante, se puede ver en Callejeros Viajeros de Cuatro si alguien se ha fijado en él. Lo que quiero decir es que una cosa es lo que vemos y otra lo que es la realidad. Y parece que se quiere seguir manteniendo esa imagen de España como un país en el que, aunque se mienta y robe, sin posibilidad de que cuaje una auténtica democracia por el control de una vieja oligarquía heredera del siglo XIX que sabe adaptarse a las circunstancias para su propio beneficio, se puede seguir viviendo bien. Pero, ¿realmente se vive bien?

  2. Sor_Intrepida

    «Dos cosas son infinitas: la estupidez humana y el universo; y no estoy seguro de lo segundo».A. Einstein.Creo que, por desgracia, no solo el pueblo español.Eso si por aquí abundan.Tenemos muchos políticos que si no lo son lo rozan.Incluso muchos ejemplares en el gobierno,algunes no saben ni hablar el español.Eso si,son muy manses.Y no es exclusiva del los 17+1 gobiernes españolos,sino que es un mal extendido por todo el planeta.La caja boba solo lo amplifica y distribuye,gratis de momento.

  3. Iletrado

    Sr Folch para cuando otro articulo del porque cada vez que hablan en la playa por TV tienen que aparecer unos glúteos femeninos

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