THE OBJECTIVE
Ignacio Ruiz-Jarabo

¡Aprended de Ayuso!

«Deberían aprender muchos barones socialistas que, lejos de aprovechar sus competencias para actuar como Ayuso, pretenden que se le impida poder hacerlo»

Opinión
Comentarios
¡Aprended de Ayuso!

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. | Europa Press

La presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid que, junto a Núñez Feijóo, sigue siendo el principal blanco de los disparos de la izquierda -política y mediática-, ha vuelto a evidenciar que su acción de gobierno tiene como pilares la eficacia y la ética. Como vamos a exponer, ambos valores iluminan el conjunto de medidas que la presidenta madrileña ha anunciado en estos dos últimos días en la Asamblea autonómica.

Favorecer el inicio y desarrollo de su actividad a aquellos emprendedores que deciden comenzar una andadura empresarial/profesional es ciertamente positivo para potenciar el emprendimiento. En esa dirección, subvencionar las cuotas de la Seguridad Social a los autónomos en el primer ejercicio de su actividad -la medida puede extenderse al segundo- es un instrumento útil para potenciar el florecimiento de emprendedores en la Comunidad madrileña. Los que hemos sido autónomos sabemos el esfuerzo que supone tener que afrontar el coste de las cotizaciones sociales antes incluso de haber obtenido el primer euro de ingresos. Evitar esta rapiña del Estado supone eliminar el lastre que disuade a muchos potenciales emprendedores de iniciar su emprendimiento. Ya podía aprender Escrivá, cuyas reformas sobre las cuotas de los autónomos solo expiden un nauseabundo olor recaudatorio.

Aumentar el alivio de la carga fiscal que recae sobre los familiares de un fallecido a la muerte de éste, reduciendo la cuota del Impuesto sobre Sucesiones que han de pagar los sobrinos del heredado, tiene el valor ético que supone reducir la apropiación por el Estado del fruto del esfuerzo y el ahorro de una persona a la que ya se le ha cobrado en vida una parte significativa de sus ingresos mediante los pagos anuales en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Deberían aprender muchos presidentes autonómicos socialistas que, lejos de aprovechar sus competencias normativas para actuar como Isabel Díaz Ayuso, critican a ésta y, aún más, pretenden que se le impida poder hacerlo.

Deflactar la tarifa del IRPF para actualizar sus parámetros a la inflación existente es la obligada respuesta ética de un gobernante que renuncia al ilegítimo enriquecimiento fiscal del Estado, mediante la utilización de la inflación como impuesto. Además, dado que aumentará la renta disponible de los individuos, resultará eficaz para ayudarles a soportar la actual crisis económica.

En la próxima campaña de declaración del IRPF, los contribuyentes españoles nos encontraremos con dos realidades opuestas. Al aplicar la tarifa estatal del impuesto, descubriremos que el Ministerio de Hacienda nos lo exigirá como si nuestros ingresos reales hubieran aumentado cuando su aumento será exclusivamente monetario, aprovechándose así de la ficción inflacionista. Frente a este abuso, al aplicar la tarifa autonómica podremos constatar que la Comunidad de Madrid ha corregido la escala del impuesto para evitar aprovecharse de la inflación en perjuicio del contribuyente. Debieran aprender de ello la ministra de Hacienda y Pedro Sánchez, pues la calidad ética de un gobernante se mide por actitudes como las expuestas.

Extender las ayudas-comedor en los centros de enseñanza públicos aumentando la dotación de desayunos y comidas para los alumnos cuyos padres tienen menos ingresos es una medida social de indudable carácter asistencial y, por ende, ético, como toda acción protectora de aquellos que efectivamente necesitan ser protegidos. No sería malo que las ministras Belarra e Irene Montero aprendieran y, en vez de subvencionar las actividades harto esotéricas que habitualmente subvencionan, subvencionaran como Ayuso actividades merecedoras de subvención.

Las medidas descritas y otras también anunciadas por Isabel Díaz Ayuso conforman un programa de Gobierno atractivo que, como hemos manifestado anteriormente, aúna eficacia y ética. Poco que ver con lo que escuchamos hace unos días a Pedro Sánchez en sede parlamentaria nacional, cuando el presidente del Gobierno destinó la mayor parte de su intervención a intentar una frustrada descalificación global al líder de la oposición. Lo hizo en una actuación poco edificante para quien tiene la responsabilidad de dirigir al país en una coyuntura especialmente difícil pero que sirvió para evidenciar públicamente cuales son las prioridades de Sánchez.

De modo que, con unos pocos días de diferencia, hemos tenido la oportunidad de poder comparar dos estilos de Gobierno. Uno, el de Ayuso, ideando y programando medidas para hacer la vida más fácil a sus gobernados. Otro, el de Sánchez, escupiendo su obsesión patológica con el líder político que le aventaja notablemente en las encuestas electorales. Adaptando a las circunstancias del caso aquel anuncio comercial que tuvo éxito hace años: mire, compare y decida.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D