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¿Un Frankenstein de derechas?

«Esta por ver si Feijóo es capaz de convencer al electorado del PP de que se puede ir con el PNV o de que existe un nacionalismo que no quiere la independencia»

Opinión

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. | Europa Press

  • Madrid, 1967. He sido columnista en Libertad Digital, Vozpópuli y El Español. Ahora escribo en La Razón y THE OBJECTIVE y hablo en Herrera en Cope. Soy profesor titular de Historia del Pensamiento en la UCM. Tengo unos cuantos libros de historia y política.

Feijóo quiere cortar todas las salidas de Sánchez. Una vez que se ha apropiado del proyecto tecnocrático, de gestión de la crisis, con un discurso centrista y moderado que habla al bolsillo de la gente, queda boicotear la otra salida con la que sueña Sánchez para seguir en el poder.

El presidente del Gobierno sabe que va a perder las próximas elecciones. De hecho, ya nadie se acuerda de Tezanos. El sanchismo es consciente de que esto no hay quien lo levante, solo quien lo maquille. Las dos únicas esperanzas de Sánchez, en consecuencia, son apropiarse de la retórica podemita y mantener la coalición Frankenstein. 

El populismo izquierdista puede compensar la fuga de voto socialdemócrata al PP de Feijóo. Esto pasó en las últimas elecciones en Andalucía, donde el PSOE se mantuvo gracias a que absorbió parte del voto a su izquierda. 

Si consigue con su retórica izquierdista amortiguar la caída, puede ser que su política de concesiones sin fin a los nacionalistas le permita mantener Frankenstein.

Esto explica el discurso rancio del sanchismo contra los ricos, los bancos, las eléctricas y los medios de comunicación no afines. Este giro populista tiene el objetivo de quedarse con los restos de un barco que se hunde: Podemos. Son un buen puñado de votos, ojo, además de que podría contar con los restos del naufragio podemita, entre 17 y 19 diputados.

Si Sánchez consigue que ese electorado fanático de la izquierda empatice con él y, además, ata al PNV, Bildu, ERC y otros grupúsculos, tiene una oportunidad. 

«En el plan de Feijóo es preciso dejar a Sánchez sin los socios nacionalistas y regionalistas»

La jugada de Feijóo es impedir esa nueva alianza. En su plan es preciso dejar a Sánchez sin los socios nacionalistas y regionalistas.  De ahí las conversaciones con el PNV, el Partido Regionalista de Cantabria, Teruel Existe, Coalición Canaria, UPN y Foro Asturias. Incluso se habla de lo que surja del nuevo PDeCAT, que ahora tiene cuatro diputados. Parece mucho, pero en total son unos 15 diputados. 

El problema que tiene Feijóo es Vox. Para conseguir el acuerdo con esos grupos nacionalistas y regionalistas tiene que rechazar públicamente a los de Santiago Abascal. Esto es complicado. El electorado de la derecha no quiere trifulcas «entre hermanos», como en el pasado, sino soluciones. Tampoco desea que Feijóo sea el nuevo Sánchez, complaciente con el nacionalismo vasco hasta la náusea. El equilibrio es complicado. 

Hoy las encuestas -la última de GAD3– dan al PP entre 148 y 152 escaños.  Eso supone tener 30 más que el PSOE en noviembre de 2019, y adquirir así una legitimidad indudable para intentar la formación de Gobierno. A esto se sumaría el coro de voces de los diputados del PNV y demás, que puede generar una sensación de que es inevitable el Gobierno de Feijóo y que Sánchez es historia. 

Suena bien, pero esto es insuficiente. Hablamos de un Ejecutivo muy débil que dependería de grupúsculos chantajistas sin sentido de Estado, egoístas, que le generarían muchos problemas y mala imagen. Por otro lado, este sería el escenario favorito de Vox: un Feijóo convertido en otro Sánchez. 

«Si en mayo España se tiñe de azul, el Gobierno de Sánchez parecerá más muerto todavía»

La salida del gallego es esperar al resultado de mayo de 2023. Si España se tiñe de azul, como es más que probable, sus expectativas aumentarán. El Gobierno de Sánchez parecerá más muerto todavía, a rebufo de una oposición con iniciativa y con el poder local y regional. Feijóo se dispararía en las encuestas, y no sería raro que llegase a los 165. 

Con esas cifras el líder del PP ya puede jugar sus cartas y no depender del apoyo de Vox. Los 15 nacionalistas y regionalistas afines completarían esa mayoría absoluta que necesita sin pedir nada a los de Abascal. Además, le serviría para intentar el crecimiento en regiones hoy perdidas, como el País Vasco o Cataluña. 

En fin, el sueño de Feijóo es un Frankenstein de derechas, sin las excrecencias golpistas y filoterroristas. Ese sería el sentido de su discurso sobre un nacionalismo amable, la defensa del catalanismo constitucionalista, o la idea de las nacionalidades compatibles con la nación española. 

Está por ver si Feijóo es capaz de convencer a la mayoría del electorado tradicional del PP de que se puede ir del brazo del PNV, o de que existe un nacionalismo que no quiere la independencia. 

14 comentarios
  1. JohnGalt

    «Esta por ver si Feijóo es capaz de convencer al electorado del PP de que se puede ir con el PNV o de que existe un nacionalismo que no quiere la independencia»
    La respuesta sólo es una: NO
    Por más vueltas que se le dé al asunto: NO
    ¿El PNV fiable?: NO
    Ni ahora lo es, ni nunca lo ha sido, si nunca lo será.
    Otra cosa será que mediante las manipulaciones mediáticas y los trapicheos a los que nos tienen acostumbrados se pueda «vencer». Pero no «convencer»

  2. Farringdon

    La semana pasada anticipé yo en este foro que toda la conducta de Feijóo apuntaba a un Frankestein de centro (el PP no es un partido de derecha).

    Si los votantes se conforman con esto, adelante. Lo importante es que Feijóo se lo diga de antemano para que sepan qué votan.

    El problema es que no va a decir nada a nadie, no le va a pedir el apoyo a VOX, y cuando éste se lo niegue (si se atreven), tendrá excusa para formar la coalición que prefiere: PNV, ERC, CC, Teruel Existe, etc…

    Tiene sentido por cuanto que el programa del PP (el real, no el que exhiben en las elecciones) encaja mucho mejor con esos socios que con VOX. Los acuerdos con PNV o ERC tienen ya antecedentes, no serían nada nuevo. También los aceptarían los de Navarra Suma que coincide con los nacionalistas en el tema de los foros.

    Además, una coalición con VOX le crearía a Feijóo muchos problemas en el PP europeo, que de momento ya le ha puesto un komisario para que le vigile (Glez Pons).

    El Frankestein de centro o la abstención del PSOE son las dos opciones que yo veo más probables. Y creo que los acontecimientos lo van anticipando («No tengo interés en ver a Griñán en la cárcel», por ej.).

    Me da la sensación de que la gente ya sabe si el gallego sube o baja la escalera…

  3. Pasmao

    Es curioso ver como los ToniPino del mundo prefieren una España en manos de chantajistas separatistas coaligados con el PP, si ello llevara a VOX a una crisis de identidad.

    Pero eso en ellos es hasta coherente.

    En el fondo piensan como el PP, simplemente quieren el Poder para que no lo tenga otro que usándolo pudiera realmente transfirmar España, en vez de simplemente «gestionarla» (y el que parte y reparte se queda con la mejor parte, pura filosofía PP)

    La pena es que no se atreven a decirlo en voz alta. Saben que de hacerlo muchos que aún compran PP se pasarían ya mismo a VOX, aunque fuera con una pinza en la nariz.

    En el fondo ese Frankenstein de derechas no sería mas que la excusa para evitar que VOX pudiera meterse en un gobierno de coalición. Porque, además, en coaliciónon con VOX su tarjeta de presentación en todos esos foros internacionales de la Agenda se resentiría gravemente.

    Lo que no acabo de entender es como muchos de los que de ocurrir ese Frankenstein no son capaces de verlo y sólo una vez en ello empezarían a persignarse escandalizados. Y mientras tanto prefieren criticar a VOX.

    Cuando la jugada es mas que obvia.

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